Ross Brawn, gerente deportivo de la Fórmula Uno, afirmó que la temporada 2020 probablemente comenzará a puerta cerrada, después del retraso causado por la pandemia Covid-19.
El Gran Premio de Canadá se convirtió en la séptima carrera en ser aplazada –Australia y Mónaco fueron canceladas– a causa del virus, y los responsables de la F1 elaboran un calendario revisado para un momento en el que sea posible volver a competir.
El GP de la Ciudad de México, agendado para el 30 y 31 de octubre y el 1 de noviembre, se mantiene vigente en la agenda, aunque los organizadores desconocen si será aplazado o, en caso de que continúe la crisis global, sea sin público.
Brawn dijo que el deseo de la Fórmula Uno es correr lo antes posible, si acaso para dar a los aficionados algo de entretenimiento en tiempos difíciles, incluso si eso significa celebrar algunos de los primeros grandes premios sin aficionados.
“Nuestra opinión es que probablemente un comienzo europeo será favorable y que incluso podría ser con una prueba cerrada. Podríamos tener un entorno muy cerrado, donde los equipos viajan en vuelos chárter, los canalizamos en el circuito, nos aseguramos de que todos se sometan a test y que no haya riesgo alguno para nadie”, comentó al portal de la F1.
“Tener una carrera sin espectadores es mejor que no hacer carrera alguna. Tenemos que recordar que hay millones de personas que siguen el deporte sentadas en casa. Ser capaces de mantener el deporte vivo y entretener a la gente sería una gran ventaja en esta crisis que tenemos. Pero no podemos poner a nadie en riesgo”, añadió Brawn.
Para el directivo, lo más probable es que el comienzo sea en Europa y en julio. El evento más cercano para esa fecha es el británico, en Silverstone.
Los boletos para el GP de la Ciudad de México ya se encuentran a la venta