CIUDAD DE MÉXICO, febrero 24 (EL UNIVERSAL).- Para Paola Espinosa, dos veces medallista olímpica, la muerte de Pedro Gato significó perder a un segundo padre.
La clavadista, quien se encuentra a la espera de su primer hijo, se mostró conmovida por el deceso del entrenador cubano, quien se desempeñaba como su preparador físico.
“Estoy muy triste porque fue mi amigo, mi motivador y mi entrenador. Hicimos una gran amistad, yo lo quería mucho, siempre dije que se parecía a mi papá en carácter y me refugiaba mucho en él”, comentó.
Espinosa, quien estuvo acompañada por su pareja, el también clavadista Iván García, recordó algunas de las cualidades de Gato, quien también fue instructor de la taekwondoína María Espinoza.
“Era un gran ser humano y platicábamos mucho. Empezó siendo una persona dura al principio, en los entrenamientos, pero con el paso del tiempo fue ablandándose. Nos disfrutamos mucho, fue una persona que dio mucho a todo México”.
Espinosa confesó que fue Gato quien la entusiasmó a regresar al alto rendimiento.
“Él me regresó las ganas de volver a la alberca y ser la número uno del mundo. Nunca me dejaba llorar. Siempre fue un motor importante en mi vida”.
A los servicios funerarios también asistieron Carlos Padilla, titular del Comité Olímpico Mexicano, así como el entrenador de taekwondo José Luis Onofre.
“Es una lamentable pérdida. En su momento hice una gran mancuerna con él para lograr dos oros en Beijing 2008”, dijo Onofre.