El Universal
No se siente derrotado. Su cuerpo ha soportado más de 20 años de golpes en el futbol americano y se mantiene casi intacto. Su mentalidad es positiva y desea una oportunidad más en la NFLpara mostrar su fortaleza.
Roberto Garza, a sus 36 años de edad, fue dejado como agente libre por los Bears de Chicago tras 10 temporadas en las que, asegura, siempre se entregó con pasión y sed de triunfo.
Este es el fin de haber jugado una década para los Bears. Fue una gran experiencia la que viví con el equipo, que es una gran institución, con mucha historia, con una de las mejores aficiones de la NFL. Pero llegó a su fin y debo continuar con mi carrera, afirmó Garza a EL UNIVERSAL.
Roberto quien es de ascendencia tamaulipeca, aunque nació en Río Hondo, Texas tiene 14 campañas en la NFL (cuatro con Atlanta) y considera que está en plenitud y que podría jugar cuatro años más con facilidad.
Yo me siento bien físicamente y con una gran mentalidad. Creo que puedo seguir jugando y tengo la oportunidad de hacerlo en otros equipos, dijo el ex número 63 de los Bears, con los que jugó 154 partidos, 145 como titular.
En Chicago jugué casi todas las posiciones en la línea ofensiva, sobre todo guardia izquierdo, derecho y centro. Mi meta siempre fue estar en el campo de juego y entregarme por completo a los Bears. Trabajé al máximo para ser titular, porque siempre quise estar en el campo y luchar para conseguir la victoria. Esa es y siempre será mi filosofía. Tener la oportunidad de estar en el emparrillado por tantos años es algo que me deja satisfecho, el haberme rifado tanto a los golpes. Me encantó jugar para Chicago. La verdad no me puedo quejar, expresó Roberto, quien portó con dignidad la C de capitán ofensivo de los Monstruos del Midaway.
Roberto recordó que al terminar la preparatoria se incorporó a los marines (fuerzas navales de Estados Unidos) y fue allí donde un reclutador se mofó de su deseo de jugar futbol americano. Lejos de desalentarse puso más empeño en su anhelo. Formó parte de los Javelinas de la Universidad de Texas A&M Kingsville, sin ser becado.
Beto trabajó para pagar sus estudios. En 2001 fue elegido en el Draft por los Falcons de Atlanta y a partir de 2005 se enfundó el jersey de los Bears, donde tuvo como coaches a Lovie Smith y Marc Trestman. Sin embargo, ya no entró en los planes de John Fox, el nuevo entrenador del equipo.
Él [Fox] quiere a alguien más joven, por lo que decidieron ir por una dirección diferente, con otro jugador [Will Montgomery], pero me siento completo para permanecer en la Liga.
Garza piensa que podría firmar con los Buccaneers de Tampa Bay, que tienen como coach a Lovie Smith, quien lo dirigió de 2005 a 2012 en Chicago.
Es una posibilidad [incorporarme a Tampa Bay], porque el coach Smith me conoce bien, sabe la clase de jugador que soy. Pero no es el único equipo, tengo muchas posibilidades y pues analizaré la mejor opción, compartió Roberto, quien también se alista para iniciar con otra profesión cuando se retire de la NFL: analista deportivo.
Yo ya comencé a prepararme para cuando terminen mis días en la NFL. Estoy formándome como comentarista y analista. Es a lo que me gustaría dedicarme cuando pase mi momento como jugador.
Orgulloso siempre de su sangre mexicana, atesora las lecciones que le inculcaron sus padres, en especial una: entrenar de sol a sol para ser mejores. Roberto no deja nada a la suerte, él forjó su destino y pide más NFL, lo que siempre fue su meta, su objetivo.