El Universal
En un país como Panamá que consume futbol, boxeo y beisbol, Gabriel Girón creció escuchando las hazañas dentro del encordado de Roberto ‘Mano de Piedra’ y de Rod Carew en el diamante de juego, pero Girón tomó la cancha de basquetbol como segundo hogar.
Para el seleccionado mexicano, que es hijo de un padre panameño, el encuentro de esta noche es especial. Además de su origen, esta noche se enfrenta en la duela del Palacio de los Deportes a dos seleccionados con los que compartió la cancha durante la primaria.
“Conozco a Jonathan King y a Josimar Ayarza desde la primaria. Yo jugaba con ellos basquetbol y estoy muy contento porque los tres alcanzamos un nivel para formar parte de las selecciones”, sostuvo el escolta de Fuerza Regia.
Gabriel Girón nació en Monterrey, ciudad donde sus padres se conocieron. A corta edad se trasladó a Panamá, donde pasó su infancia y adolescencia. Y tuvo tardes épicas, como cuando enfrentó a la escuela Elena Chávez de Pinate, contra la que anotó 103 puntos.
“Gracias a mis padres yo juego baloncesto. Ellos se conocieron en Monterrey por este deporte, mi papá era seleccionado de Panamá y mi mamá jugaba para los Tigres de la Universidad Autónoma de Monterrey… Luego volví a México a estudiar y enrolarme con Fuerza Regia”, externó.
El regiomontano decidió jugar por México y declinar la invitación de Panamá, luego de asistir a un campeonato juvenil.
“Tomé la mejor decisión al jugar con México, estoy en un equipo que hará historia al volver a poner al país en los Juegos Olímpicos, después de 40 años. Tenemos todo a nuestro favor”, comentó Girón, que afirma que Panamá no será un rival sencillo, mucho menos después de que vencieron a Uruguay.