CIUDAD DE MÉXICO, octubre 13 (EL UNIVERSAL).- Por tercer año consecutivo, Mercedes arribará muy probablemente a Ciudad de México como la escudería reina de Fórmula Uno.
Lewis Hamilton también tiene grandes posibilidades de llegar como campeón de la temporada, tal como lo hizo en 2015.
A pesar de que ya nadie podía alcanzar al inglés en ese entonces, el Autódromo «Hermanos Rodríguez» hizo fiesta por el regreso de la máxima categoría del automovilismo al país.
En el cierre de la presente campaña, Hamilton puede amarrar su cuarta corona si en la próxima carrera, que corresponde al Gran Premio de Estados Unidos, gana y logra que Sebastian Vettel (Ferrari) esté fuera del top 5.
Ya la mayoría de las escuderías ven muy lejano a Mercedes, con el británico a 54 puntos de ventaja sobre Seb. Incluso Valtteri Bottas, compañero de Lewis, se encuentra a tan sólo 13 unidades del teutón y amenaza con robarle el segundo puesto.
A los pilotos de las flechas plateadas les sienta bien la pista tricolor. En el par de años desde el retorno de F1, los volantes del equipo alemán han sido el uno y dos de la carrera: Nico Rosberg y Hamilton, hace dos campañas; Lewis y el teutón, hace una.
La temporada pasada, el ex profesional Rosberg, uno de los pilotos consentidos de los mexicanos, llegaba a tierras tricolores con una ventaja de 26 unidades sobre su entonces coequipero; un cómodo colchón, pero nada seguro.
El triunfo fue para el tricampeón, quien no fue tan apapachado como Nico, y mantuvo interesante el cierre de 2016, hasta que se definió el título en la última carrera, Abu Dhabi.
El sorpresivo retiro del alemán fue una vía libre para que Hamilton alcance su cuarta corona de Fórmula Uno.
Vetttel impuso resistencia a comienzos de 2017, con un par de victorias que ponían a soñar a los italianos, mas no aguantó la contundencia del oriundo de Hertfordshire, Inglaterra.
La afición mexicana no quiere acostumbrarse a ver a Mercedes coronarse cada vez que corra en el «Hermanos Rodríguez». La mayoría de los corazones tricolores desea atestiguar a un Ferrari campeón del mundo.
La fanaticada es más apegada con la Scuderia. El pasado de los hermanos Ricardo y Pedro Rodríguez en el Cavallino Rampante y el dominio de Michael Schumacher en la década de los 90 y principios del Siglo XXI provoca mucha pasión al ver el bólido rojo cruzar el Foro Sol.
En esta ocasión serán obligados a admirar a Hamilton y su cuarto título. Será hasta 2018 que Vettel pueda, tal vez, cumplir eso a sus seguidores.