En la década de los 80 hubo tres deportistas mexicanos que pusieron en alto el nombre de este país en sus respectivas disciplinas.
Hugo Sánchez
Uno era Hugo Sánchez, en el futbol, con sus espectaculares chilenas y goles de antología vistiendo los colores de uno de los equipos más importantes del mundo: El Real Madrid.
‘Hugol’ se ganó rápido el respeto y cariño de una de las aficiones más duras, la del equipo merengue. El delantero tricolor formó su leyenda dentro del conjunto español y hasta el día de hoy está en los libros de historia como uno de los mejores extranjeros que ha pasado por la plantilla blanca.
Julio César Chávez
El otro lo hacía con los guantes y sobre un ring: Julio César Chávez en el boxeo.
El Gran Campeón Mexicano se llevaba las miradas y los reflectores en todo el mundo cada subía al cuadrilátero y daba cátedra de cómo el estilo mexicano mandaba en el mundo del pugilismo.
Julio César tuvo batallas épicas y marcó la historia de este deporte, con llenos en los recintos en los que se presentaba, pero también como el imbatible en aquella época.
México, Estados Unidos, Puerto Rico, Mónaco, Francia y otros más fueron países testigos del talento de un mexicano oriundo de Ciudad Obregón, Sonora.
Hoy Chávez es analista en la televisión, pero no hay momento en que al hablar del boxeo no se recuerden sus peleas.
Fernando Valenzuela
El ‘Toro’ Fernando Valenzuela fue el ícono más grande que le ha dado México al beisbol.
El sonorense pronto conquistó a las Grandes Ligas y en aquellos años fue el jugador top y más importante que tenían Los Ángeles Dodgers.
La poderosa zurda del tricolor lo llevaron a ser un referente en la MLB, tanto que hace no mucho su número, el 34, fue retirado de la novena angelina.
Entre Series Mundiales, Juegos de Estrellas y reconocimientos de la liga de beisbol de los Estados Unidos, Valenzuela supo llevar a México a lo más alto en el rey de los deportes.