Es la número 239 en el ranking de la WTA. Suma cuatro años como profesional y disputará su segundo Abierto Mexicano de Tenis (AMT). La experiencia de Renata Zarazúa, única tenista mexicana en el main draw de Acapulco, es poca, mas no así su ambición.
“Mi propósito es seguir escalando posiciones en el ranking individual. La prioridad a corto plazo es entrar en las mejores 200. Para el final de la temporada, busco ser top 100 del mundo”, confesó Zarazúa a EL UNIVERSAL Deportes, luego de explicar que la victoria ante Karolína Plíšková, durante la primera ronda del AMT 2018 la motivó “para seguir creciendo. “Con ese resultado adquirí cosas más allá de la cancha. La gente comenzó a escribirme, surgieron fans y me emocioné bastante”.
En esta edición del torneo, la originaria de la Ciudad de México enfrentará a la china Saisai Zheng en la ronda inaugural, tras recibir un wild card por segundo año consecutivo: “Me mantuve como la mejor mexicana en el ranking, pues eso me daba muchas más posibilidades [de recibir la invitación]. El público estará ahí para apoyarme y yo daré lo mejor por mi país”.
Renata cuenta con el apoyo del Fondo para el Deporte de Alto Rendimiento desde hace dos años, un fideicomiso que la Conade otorga. Esta institución, aseguró, sigue de cerca su carrera, pero la Federación Mexicana de Tenis “hace lo que puede”.
En la persecución de su sueño profesional, Zarazúa (de 21 años) se mudó a Texas cuando tenía 13. Ahí encontró una mentalidad distinta, más funcional.
“En México se trabaja mucho y se hacen las cosas bien, pero hace falta seriedad y mentalidad”, resaltó la jugadora, quien ya está en Acapulco después de disputar el W25 de Rancho Santa Fe (California), organizado por la ITF y en el que fue eliminada en primera ronda.