El peor escenario para el retiro de Andrew Luck se consumó cuando el tuit del reportero Adam Schefter ventiló su retiro. El quarterback ya tenía tomada su decisión, pero cuando Schefter publicó el mensaje, estaba en las tribunas del estadio Lucas Oil, en el que sus todavía Colts de Indanápolis se enfrentaban a los Bears de Chicago, en el que terminaron perdiendo.
Cuando la noticia llegó a los ojos de los los aficionados, inmediatamente abuchearon al mariscal de campo. Luego, las lágrimas comenzaron a aparecer en su rostro, justo cuando se dirigía a la sala de prensa del inmueble.
“Es la decisión más difícil de mi vida”,comenzó Luck en la conferencia de prensa en la que ponía fin a su carrera. “He estado atrapado en este proceso (de sobrellevar las lesiones). No he podido vivir la vida que quiero. El único camino a seguir para mí es alejarme del futbol americano”.
Luck, de apenas 29 años, había sufrido problemas anímicos en el pasado, también detonados por sus constantes malestares. Hace apenas un año la prensa estadounidense publicó que había tenido problemas para sobrellevar emocionalmente sus problemas de lesiones.
En esta temporada baja se volvieron a detonar estos problemas.
“Para ser sincero sí dolió”, dijo la exestrella de la Universidad de Stanford, al tiempo que comenzaba a romper en llanto. “Dolió que me abuchearan. Definitivamente dolió”.
Los aficinados de los Colts no sólo lo abuchearon, además rompieron los jerseys del mariscal de campo y algunos hasta los quemaron. Mientras, Luck se retiraba del inmueble para poner fin a su carrera, esa en la que consiguió 23,671 yaras aéreas, 171 pases de anotación, cuatro llamados al Pro Bowl y el Premio al Regreso del año en 2018.