Es momento para el espectáculo del Tigre.
El WGC México Championship recibe a Tiger Woods en el Club Chapultepec y al resto de los mejores golfistas de la actualidad. Durante cuatro días, otros 71 jugadores, entre ellos 45 del top 50 del ranking del PGA Tour, competirán por el gran premio de un millón de dólares, pero ninguno tendrá el impacto que genera el ex número uno del mundo.
Las cirugías en la espalda provocaron una caída en el juego de Tiger, quien perdió muchas posiciones en la clasificación internacional y no tenía un sitio en los torneos WGC, sin importar que ha ganado 18 de ellos.
Durante 2018, Woods laboró bastante para regresar a la élite y, en el último certamen de la temporada, el TOUR Championship, logró terminar con una sequía de un lustro sin victoria. El retorno del Tigre no sólo lo beneficia a él, es favorable para el negocio que rodea a este deporte.
El estadounidense eleva los ratings y taquilla de cada torneo que disputa. La audiencia del PGA Championship de 2018 se elevó en 69 por ciento, en comparación con el año anterior.
Benjamín Salinas, CEO de TV Azteca, aseguró que “la demanda de boletaje se multiplicó por 10”. Woods viene con la etiqueta de estrella y lo asume. Llega a México como si fuera un torneo más, lo que significa que viene a ganar.
“Tengo mucho orgullo por jugar bien en torneos importantes, como los WGC. Creo que mi historial ha sido bastante bueno en esos eventos y que éste se haya jugado en diferentes campos, todavía mantiene a los mejores jugadores del mundo por año y siempre he disfrutado competir”, comentó.
Esta tarde, Woods parte desde el tee de salida del hoyo 1 a las 13:03 horas, junto al mexicano Abraham Ancer y el estadounidense Bryson DeChambeau.