Al Calor Deportivo

El relevo generacional en clavados para México es prometedor

Cuando los jueces de la Federación Mexicana de Natación (FMN) terminaron de sumar las calificaciones de las clavadistas en el trampolín de tres metros femenil del Control Técnico, que serviría como selectivo para a Copa del Mundo de Tokio, la doble medallista olímpica, Paola Espinosa, y la campeona centroamericana, Carolina Mendoza, quedaron fuera del certamen, al menos en esa modalidad.

¿La razón?  Arantza Vázquez las superó y con ello, junto a Melany Hernández, obtuvo su pase al torneo que se realizará en Tokio.

Chávez apenas tiene 17 años. Entrena en La Paz, Baja California Sur bajo las órdenes del cubano Yuniesky Hernández y es parte de una generación joven de clavadistas que ya empieza a superar a las grandes figuras de la disciplina.

“No creo que Tokio 2020 sea mi ciclo olímpico, pero intentaré ganar mi pase. Sé que soy muy joven”, sostiene Vázquez a EL UNIVERSAL Deportes. “No sólo soy yo que ya destaqué en la competencia. También está Randal Willars y otros clavadistas aparentemente desconocidos que estamos haciendo ruido”.

Willars, de 17 años, ganó junto a Diego Balleza el pase a esa misma competencia, pero en los sincronizados desde la plataforma. Vencieron a los campeones panamericanos Kevin Berlín e Iván García.

“Entrenamos muy bien para dar este resultado, pero este es un re fle jo de lo que hemos hecho por años. También muestra el buen nivel de entrenadores de Nuevo León”, sostiene Willars.

Él y Balleza entrenan con el chino Shi Qingyang, quien tiene poco más de cuatro años en el estado.

Montserrat Gutiérrez, de 17 años, y Gabriela Agúndez, de 20, le ganaron a la medallista olímpica Alejandra Orozco su pase en la modadlidad individual de plataforma.

“No sólo somo nosotros los que destacamos. En categorías infantiles hay otros clavadistas talentosos. Muchos de ellos podrían estar en la selección mayor”, dice Vázquez.