Roger Federer y tenis. No se puede entender a uno sin el otro. Durante 24 años, el tenista suizo nos acostumbró a que lo extraordinario nos parezca ordinario, a ver un talento irrepetible desde las madrugadas de Australia hasta las noches de Nueva York. Supo ser leyenda, y mucho más. Esa carrera llegará a su fin después de la Laver Cup, pero el impacto que dejó en el deporte blanco y sus representantes durará por siempre.
‘Su Majestad’, apodo que se ganó a lo largo de los años gracias a tener 20 títulos de Grand Slams en su vitrina, 103 títulos en total y 310 semanas como número uno del mundo, es la representación de la elegancia que envuelve al deporte.
No solo impactó la vida de los grandes, como Rafael Nadal o Novak Djokovic, sino también la del futuro del tenis. Un claro ejemplo es el reciente campeón del US Open y actual número uno del mundo, Carlos Alcaraz.
«Roger ha sido uno de mis ídolos y una fuente de inspiración. Gracias por todo lo que has hecho por nuestro deporte. Sigo con las ganas de jugar contigo. Te deseo toda la suerte del mundo para lo que viene» escribió Alcaraz.
Su torneo predilecto fue Wimbledon, con 22 apariciones y 8 títulos, más que cualquiera en la rama individual, y las redes oficiales del torneo aprovecharon para mandarle un mensaje de agradecimiento y dejar en claro que es «único en su especie».