Michael Davis cumplirá el próximo lunes uno de sus sueños: jugar en el Estadio Azteca. Pero no lo hará con guantes de portero y una playera del América, como pensaba, sino enfundado en el jersey de los Chargers de Los Ángeles.
De todos los jugadores que disputarán el Monday Night Football entre los Bolts y los Chiefs de Kansas City, el esquinero de 24 años de edad será el único representante de México, debido a sus raíces y su pasado en tierra azteca.
A pesar de que nació en Glendale, California, la historia de Davis está estrechamente ligada a nuestro país, de inicio, por su madre, que es oriunda de Michoacán. Su físico se asemeja más al de su padre, quien es afroemericano, por lo que el jugador reconoce que son pocas personas las que creen en su origen latino.
Los tatuajes de Emiliano Zapata, Diego Rivera y Frida Kahlo en su pierna derecha son la prueba en el exterior del amor que profesa por la patria de su progenitora, pero no sería suficiente para identificarse como un mexicano.
Para eso, es requisito haber caminado por las calles de nuestro país, y vaya que Michael lo ha hecho. Cuenta que durante su niñez, viajó en muchas ocasiones a la Ciudad de México, para visitar a su familia materna, en la que tiene primos y tíos que lo motivaron a aprender a hablar español.
“Mi abuela, mi tía Lety, mi tío Humberto, mis primos Ángel y Beto, mi tío José, todos iban a verme y a estar con nosotros”, recordó hace un tiempo, en entrevista con ESPN.
El municipio de Atizapán de Zaragoza, en el Estado de México, fue testigo de cómo un niño estadounidense jugaba futbol con sus primos y, basado en sus pláticas, absorbió sus anhelos, el amor por el América y por ende el deseo de jugar en un Estadio Azteca a reventar.
Su intermitencia en el país no le permitió cumplir tal deseo como futbolista profesional, pero el deporte no dejó de ser una parte fundamental en su vida. Con el paso del tiempo, el futbol americano se adueñó de su mente y pronto, aun con el traspié de no ser seleccionado en el draft durante su último año de universidad, se convirtió en un elemento importante para la defensiva de Los Ángeles, que en él podría encontrar un aditivo para contar con el apoyo de la afición en el Coloso de Santa Úrsula.