El asma suele ser una enfermedad que genera mucha incomodidad en quien la padece, pero Miguel de Lara tiene motivos para guardarle cierto cariño, ya que le condujo al deporte que hoy lo tiene en el umbral de cumplir el sueño de asistir a unos Juegos Olímpicos.
Cuando era pequeño, el lagunero fue diagnosticado con este padecimiento, cuyo tratamiento incluye practicar natación. El resto es historia.
Consiguió el boleto a París 2024 en 200 metros pecho, y sueña con tener una gran actuación.
“Tengo que decir el clásico ‘no cambiaría nada’, porque estoy aquí por lo que he experimentado”, asegura De Lara, en entrevista con EL UNIVERSAL Deportes. “Soy quien soy por lo que he pasado y, si me preguntaran si cambiaría algo, si me quitaría el asma, no lo haría, porque es lo que me trajo hasta aquí”.
Ese temple le ha permitido sortear un complicado ciclo para los atletas de deportes acuáticos, ya que a muchos no les han reanudado el pago de su beca, la cual les fue retirada por la Conade, debido a los problemas legales en la Federación Mexicana de Natación.
“Por lo menos, en la Selección Mexicana de natación nos sentimos tranquilos, porque la Comisión Estabilizadora ahora está en manos del Comité Olímpico Mexicano, en manos de María José Alcalá y todo su equipo, y tienen muy buen contacto la con World Aquatics”, comparte Miguel. “Están haciendo un trabajo excelente y eso nos da confianza de que lo que se pueda hacer, será de la mejor manera.
“Eso nos da calma para esta preparación a París”. Donde De Lara quiere hacer historia y comprobar que, para él, padecer asma marcó el camino a seguir en su vida.