Los Packers con un gol de campo en la última jugada consiguieron un triunfo 23-22 sobre los Lions.
El resultado permitió que Green Bay tomara en exclusiva la cima del Norte de la Conferencia Nacional.
Pero el verdadero tema a discusión son las decisiones arbitrales que permitieron a Aaron Rodgers y los Packers acercarse para el intento de patada que les dio el triunfo.
Desde el miembro del Salón de la Fama, Barry Sanders hasta el linebacker de los Rams, Clay Matthews el mundo de la NFL se volcó con el trabajo de los oficiales.
“Eso es repugnante … @NFL necesita buscar una manera de evitar que eso suceda. Dos manos fantasma en la cara realmente nos duelen esta noche. Sí, podríamos haber marcado TDs, pero @Lions jugó demasiado bien para que el juego terminara de esta manera”, escribió Sanders en su Twitter.
“En mis 11 años involucrado con la NFL, nunca he visto un arbitraje peor que este año y ni siquiera está cerca”, comentó TJ Long.
El ala defensiva de los Detroit Lions, Trey Flowers, cometió dos penalizaciones costosas y controvertidas en el último cuarto.
El primer castigo sobre Flowers se produjo en una tercera y 10 con poco más de 10 minutos para el final y anuló un sack que habría forzado un despeje de los Packers.
La penalización de 5 yardas le dio a Green Bay un primer down automático, y tres jugadas después Aaron Rodgers encontró a Allen Lazard para un touchdown de 35 yardas que redujo la ventaja de los Lions a 22-20.
En tercer y 4 desde la yarda de 16 yardas de los Lions, Flowers puso sus manos en el área del cuello del tackle izquierdo de los Packers, David Bakhtiari.
Los Packers se habrían visto obligados a patear el gol de campo de la ventaja con 1:36 para jugar si no fuera por la penalización, dejando a los Lions con tiempo suficiente para una posesión final. En cambio, con Detroit sin tiempo de espera, los Packers pasaron el reloj a 2 segundos antes de enviar a Mason Crosby para la patada final.
Ese castigo es conocido como las manos fantasmas.