El Universal
El sueño olímpico está en peligro. Al menos por el momento, la selección mexicana de baloncesto está fuera de cualquier competencia internacional, lo que incluye el repechaje en el que el representativo nacional buscaría su calificación a la justa veraniega en Río de Janeiro.
La medida fue anunciada ayer mediante un comunicado de la Federación Internacional de Baloncesto (FIBA), que decidió suspender de manera indefinida a nuestro país en tanto no se resuelvan los conflictos entre la Conade y Ademeba.
El organismo internacional fue tajante.
“FIBA apoya el hecho de que las autoridades mexicanas busquen mejorar la gobernanza adecuada en las organizaciones nacionales. Sin embargo, el Comité Ejecutivo de nuestro organismo considera que el proceso de reconocimiento de Ademeba no puede estar en riesgo”, cita el documento.
“Es una noticia que llega en un mal momento, justo cuando la disciplina comenzaba a ganar notoriedad, sin duda es un motivo más de preocupación para el deporte nacional”, opinó el titular del Comité Olímpico Mexicano Carlos Padilla.
El dirigente lamentó que se haya llegado a estos extremos, aunque tiene confianza en que no será una decisión definitiva.
“Tengo que estudiar bien la carta para ver la mejor forma de afrontar el problema. Sin duda la prioridad deben ser los jugadores, quienes son los más afectados con esta medida”, consideró el directivo.
El argumento principal para ejercer el castigo es, según la misiva, “la injerencia del gobierno federal que ha provocado una inestabilidad inaceptable”.
La rigurosa decisión no afecta sólo a los ‘12 Guerreros’; en total son ocho las selecciones nacionales perjudicadas, según Modesto Robledo, titular de Asociación Deportiva Mexicana de Baloncesto (Ademeba).
“Tenemos ocho equipos calificados para torneos internacionales, como el Mundial Sub-17, el Centrobasket en la categoría mayor y también la Liga de las Américas, entre otras competencias”, explicó Robledo, quien está dispuesto a renunciar para que la Conade reconozca al organismo que dirige.
“Sigo en lo dicho, siempre y cuando le den el aval a Ademeba”.
El dirigente comentó que jugadores y familias enteras le han expresado su preocupación por el castigo anunciado por la FIBA.
La suspensión también afectará a los árbitros mexicanos, quienes tampoco podrán tener actividad fuera del país hasta nuevo aviso.
“Existe mucha incertidumbre en todas las categorías, en los padres de familia que ven que sus hijos se ganaron a pulso su lugar para asistir a una competencia internacional y que podrían no asistir por una problemática entre personas de pantalón largo”, contó.
Robledo informó que será la próxima semana cuando se reúna con el consejo directivo de Ademeba para determinar la forma en la que enfrentarán la suspensión.
“Nosotros como asociación civil seguiremos trabajando en pro del baloncesto con la confianza de que este problema muy pronto se resolverá”.
Y aunque el panorama luce sombrío, Alberto García, titular de la FIBA Américas opinó que el conflicto puede resolverse de un día para otro.
“El problema es que la Conade no reconoce a Ademeba, pero la solución puede darse en un solo día si las partes concilian sus diferencias”, dijo.