Luis Alonso Mendoza encantó en su estreno como Diablo. Desde su porte en el montículo, hasta la manera de liderar a sus compañeros, el abridor del México cumplió en su debut.
Los Pingos derrotaron 2-1 a los Tigres de Quintana Roo, en el primer juego de la serie.
En la víspera del aniversario 63 de la rivalidad más ardiente del beisbol mexicano, el diestro engrandeció su pasado en Grandes Ligas (Royals de Kansas City y Rangers de Texas) y su travesía por la liga japonesa.
Firmado apenas el martes en el estadio Fray Nano, le tomó tres días para adaptarse a su nuevo equipo, pero fue su cuerpo que no le dejó jugar más durante su presentación como escarlata.
En cinco entradas, al nacido en Veracruz le conectaron cuatro imparables, regaló dos pasaportes y ponchó a dos
A la afición capitalina no le dio tiempo de aplaudir a la figura de la noche hasta el fin del juego. La rotación del manager Víctor Bojórquez añadió calidad y eficiencia a su rotación.
Jean Machi firmó el salvamento.
El que dejó escapar una gran noche fue el venezolano Henderson Álvarez. El abridor de los quintanarroenses perdió el control de sus emociones, durante la tercera entrada. El diestro lanzó, lo que parecía un strike cantado, mas el umpire de home, Roberto La Madrid, marcó cuarta bola.
Iván Terrazas, capitán de Diablos, corrió a segunda base, por lo que el catcher tigre, Francisco Córdoba, mandó la bola, sin éxito del out. Fue ahí donde el sudamericano explotó. Primero, se dirigió a su compañero, por el flojo lanzamiento. Segundo, se fue contra el juez, quien no toleró el berrinche y lo expulsó.
Álvarez echó a perder lo que lucía como un espectáculo de ex ligamayoristas.
El relevista Jesse Estrada le otorgó el juego a los Pingos. Un homerun de Henry Urrutia por el jardín central abrió los cartones.
Corporán conectó un imparable que permitió la anotación del “capi” Terrazas.
Mañana, a las 16 horas, se disputa el segundo juego de la serie.