Este mediodía se definirá el futuro de la presidencia de la Liga Mexicana de Beisbol, cuando los dueños de las organizaciones se reúnan en Monterrey.
Aunque Javier Salinas cuenta con apoyo de por lo menos tres propietarios, un contingente encabezado por Francisco González (Sultanes y Bravos), no sólo pedirá la salida de Salinas, sino también pondrá sobre la mesa un par de nombres para tomar las riendas del circuito de verano, que en los últimos meses transita entre turbulencias causadas por la firma del contrato de transferencia con Grandes Ligas.
El vicepresidente de los Diablos, Othon Díaz es un candidato a la silla mayor.