CIUDAD DE MÉXICO, noviembre 24 (EL UNIVERSAL).- En 2013, Uriel Adriano alcanzó la cúspide de su carrera como taekwondoín. Con apenas 23 años de edad, el tapatío se convirtió en campeón mundial y con ello, colocó su nombre entre los grandes del deporte nacional.
Pero el triunfo fue efímero. El competidor logró algunas conquistas más después de aquella presea en Puebla y después cayó en un bache que lo llevó a salir de la selección nacional.
Cuatro años más tarde, Uriel está de regreso. Tras ganar el Campeonato Nacional en la categoría de menos de 80 kilogramos, obtuvo la oportunidad de volver a entrenar con el representativo nacional en el CNAR.
«Me costó mucho trabajo recuperar la forma física y también la confianza. Pasé casi un año sin pelear por cuestiones personales y de lesiones, así que fue muy difícil mantener mis sueños con poco apoyo económico».
Físicamente, el ganador del Premio Nacional de Deportes 2013 se encuentra bien. Tras someterse a una operación en la rodilla derecha, sus patadas han recuperado la fuerza de antaño.
«Todo salió bien, fue un proceso un poco largo, pero estoy de regreso. Demostré que tengo el nivel para seguir representando a mi país durante mucho tiempo más», comentó.
Debido a sus lesiones y a su proceso de recuperación, Uriel sólo participó en dos competencias en 2015; una de ellas el Mundial de Chelyábinsk, Rusia, en el que fue eliminado en la ronda de cuartos de final.
En 2016 sus participaciones también fueron discretas, pero con buenos dividendos. El taekwondoín asistió a los Abiertos de España y Querétaro, donde consiguió medalla de plata.
«Mi familia y el Ejército fueron fundamentales para que yo pudiera mantenerme en la pelea. Tuve que pagarme algunos gastos, mas todo valió la pena», explicó Uriel, de 27 años.
El tapatío, que este año cosechó la presea argenta en el Abierto de Canadá, se siente optimista respecto al futuro de su carrera.
«Sigo pateando muy fuerte, a pesar de las lesiones por las que pasé y de mi edad. Mi sueño de participar en unos Juegos Olímpicos está más fuerte que nunca y voy a poner todo de mi parte para alcanzarlo».
Por lo pronto el competidor ya forma parte de la preselección que buscará un lugar para los Juegos Centroamericanos y de Caribe en Barranquilla.
«Ahorita estoy un poco bajo en el ranking (63), pero tengo confianza en que pronto me recuperaré para poder estar entre los mejores del mundo. Estoy consciente de que mi deporte ha cambiado mucho por lo que estoy dispuesto a ponerme al corriente».