Mucho se habla del fracaso de los Cowboys de Dallas al no llegar a la postemporada. Con los mejores jóvenes de 2016, Dak Prescott y Ezekiel Elliott, y una base sólida de jugadores, el equipo de la estrella solitaria apuntaba a la final de la Conferencia Nacional y terminaron con vacaciones adelantadas.
Pero la franquicia de Jerry Jones no fue la única que decepcionó.
Los Seahawks de Seattle todavía pelean por un puesto en Playoffs, está complicado porque no dependen de ellos mismos. Los pupilos de Pete Carroll tienen que ganar mañana a los Cardinals de Arizona y que los Falcons de Atlanta pierdan ante Panthers de Carolina.
A principio de la campaña se daba por hecho el título de la División Oeste para Seattle, como había sucedido en tres de las cuatro temporadas anteriores. Pero las seis derrotas hasta el momento es un reflejo de que la gran defensiva que los llevó a dos Super Bowls de manera consecutiva, se apagó.
No hay que olvidar que Atlanta también puede consumar una vergonzosa eliminación después de arañar el trofeo Vince Lombardi apenas el pasado febrero.
Aunque el duelo sea en casa, Cam Newton llega con un nivel de élite y la defensiva de Panthers ha mejorado mucho de lo que fue en 2015 y 2016.
Después de dos pequeños triunfos en esta campaña, ya nadie pone atención sobre los Giants de Nueva York, pintaban para competirle a los Cowboys por el liderato del Este de la NFC, nada más han logrado dos victorias.
En septiembre, los expertos y las apuestas los colocaban como segundo en el Este de la NFC y con un boleto de comodín. En la Gran Manzana ya quieren olvidar este horrendo 2017, incluso despidieron al head coach Ben McAdoo para armar a un equipo sólido para el verano de 2018.