El Universal
En el brazo de lanzar lleva tatuado la filosofía de su vida. “Rendirse nunca ha sido una opción” para el pitcher mexicano César Vargas, quien la tarde del jueves alcanzó una de sus metas al subir a la loma con el equipo grande de los Yankees de Nueva York y enfrentar en dos entradas a la ofensiva de los Pirates de Pittsburgh.
Vargas permitió cuatro hits, carrera limpia y recetó un ponche en el triunfo 2-1 de la novena neoyorquina que realiza pretemporada en Florida.
Pero más allá de los números, lo que valoró César Vargas de su actuación fue la oportunidad de compartir vestuario con grandes peloteros de los ‘Bombarderos del Bronx’ como Jacoby Ellsbury y Brett Gardner, entre otros.
“Estuve muy emocionado, un poco nervioso por tener la oportunidad de estar con el equipo grande. Al final creo que tuve un buen trabajo y el manager [Joe Girardi] me lo reconoció, me dijo que lancé muy bien”, sostuvo el derecho de 23 años de edad, que es originario de Puebla.
Aunque le hubiera gustado conservar la franela con el número 85 que usó el jueves, el mexicano comentó que tuvo que devolver el jersey y sólo conservó la gorra.
El beisbol ya estaba en la vida de César antes de que naciera. El poblano es hijo de Ignacio Vargas, pitcher que jugó 10 años en la Liga Mexicana de Beisbol y a quien el jugador de los ‘Mulos de Manhattan’ considera su modelo a seguir.
“El beisbol lo tengo en la sangre, mi papá jugó en la Liga Mexicana y yo desde muy pequeño ya sabía empuñar un bat o colocarme la manopla. Mi papá es mi ídolo”, declaró.
En 2009, César fue negociado de los Pericos de Puebla a los Yankees, que de inmediato lo mandaron a la academia que tienen en República Dominicana, donde comenzó la aventura profesional de Vargas y su ideología de nunca rendirse.
“Es difícil separarse de tu familia, dejar a los amigos y lo que uno tiene allá [México], pero es lo que se tiene que hacer para cumplir el sueño de jugar en las Grandes Ligas”, comentó Vargas, quien de niño jugaba la tercera base y ahora como lanzador busca convertirse en el segundo poblano en Grandes Ligas, luego de que Aurelio López debutara en 1974.
Hasta ahora Vargas no se ha puesto un límite para debutar en el mejor beisbol del mundo, pero sostiene que día a día trabaja para que la fecha se acerque lo más posible.
Es la recta cortada el lanzamiento con el que César más cómodo se ha sentido y el que espera que le abra las puertas para competir en el siguiente año por un puesto en el roster principal, ya que hasta ahora, ese pitcheo le ha ayudado para que lo comparen con Mariano Rivera.
“Por mi pitcheo de recta cortada muchos me han dicho que me parezco a Mariano Rivera, que para mí es un honor ya que es uno de los jugadores que desde niño he seguido”.
Mientras que el momento de jugar en Yankee Stadium le llega, César se mantiene de buena forma en la sucursales y el año pasado fue nombrado relevista del año en ligas menores de los Yankees de Nueva York.