Un año después de celebrar una Serie Mundial que tardó más de un siglo, los Cubs se presentan como los favoritos a obtener la división Central y a disputar la Serie de Campeonato de la Nacional.
A pesar de que en 2017 Chicago sufrió de campeonitis al arrancar lento, los peloteros se fueron aceitando hasta adueñarse por segunda campaña al hilo de su sector.
Los Cubs tienen una alineación veterana con la experiencia del triunfo, enriquecida con la profundidad y equilibrio de los zurdos, pero que está bajo los caprichos del titiritero Joe Maddon, quien cada día busca presentar un espectáculo diferente, aunque ello represente cortar el ritmo de un pelotero.
La ofensiva nuevamente se construye en las esquinas y con los pilares de la franquicia, Kris Bryant y Anthony Rizzo, mientras que el cuerpo de lanzadores debe llenar un hueco importante ocasionado por la partida del agente libre, el derecho Jake Arrieta.
Hay pocos lanzadores en el mercado que puedan llenar el hueco de Arrieta, pero la gerencia se movió para alimentar el campamento primaveral y consiguió a Yu Darvish.
El derecho japonés tiene potencial para convertirse en as de la rotación si consigue igualar su mejor época con los Rangers de Texas.
En su primera temporada completa, después de la cirugía de Tommy John, ponchó a 209 bateadores y fue más efectivo luego de ser cambiado a los Dodgers en julio. A pesar de su fracaso de alto perfil en la Serie Mundial, en la que se le carga la derrota.
Fue el séptimo conjunto en efectividad en todo el circuito con 3.95.
Junto a Darvish también desembarcó, proveniente de Los Ángeles, Brandon Morrow, quien podría encargarse de cerrar los triunfos.
El infield del conjunto de la Ciudad de los Vientos es uno de los mejores de la Gran Carpa, ya que agrupa poder con el bat y una fuerza atlética para jugar la defensa, aunque necesita mayor aporte de Ben Zobritst, quien estará en la banca como el utility.
Los números de poder de Kris Bryant disminuyeron un poco con respecto a su temporada ganadora del MVP 2016, pero consiguió .295 de bateo con 29 jonrones y 111 carreras. En el rubro que incrementó fue en las bases por bolas recibidas, de 10.7% del total de su turno a 14.3 por ciento.
Rizzo ha sido un modelo de consistencia, con cifras casi idénticas en jonrones (30+), carreras (90+) y carreras impulsadas (100+) en cada una de las últimas tres temporadas y un guante seguro. Un hombre de casa.
Los Cubs tardaron 108 años en ganar de nueva cuenta la Serie Mundial y tendrán varias temporadas de tolerancia de sus fans para repetir, pero con esta plantilla no hay futuro de título más allá de esta campaña o 2019.