Cara a cara una vez más. LeBron James y Stephen Curry lideran las ofensivas de los Cavaliers de Cleveland y de los Warriors de Golden State, respectivamente.
Ambos representan a las quintetas más exitosas en los últimos tres años y marchan como los favoritos para llevarse el Jugador Más Valioso en las Finales. The King se llevó el galardón la edición pasada; Steph, en 2015.
En esta tercera final entre Cavs y Warriors, James llegará a la disputa por el trofeo Larry O’Brien como el máximo anotador en la historia de los Playoffs. El jueves pasado, ante los Celtics de Boston, LeBron alcanzó 5 mil 995 unidades en postemporada. El tres veces campeón de Liga superó el registro de Michael Jordan de 5 mil 987.
James busca su cuarto anillo de campeonato en su séptima final de manera consecutiva.
Curry, dos veces MVP de la NBA, tiene la presión de que no se repita lo del año pasado, cuando los Warriors dejaron escapar una ventaja de 3-1 y perdieron el título.
Para esta campaña, Golden State se dio cuenta que Baby-Face no puede hacerlo todo, por lo que le trajeron a Kevin Durant, proveniente del Thunder de Oklahoma, acérrimo rival de los de la Bahía, para que los errores de 2016 no se repitan y formar un tridente de terror con Klay Thompson.
LeBron James tampoco está solo. Kyrie Irving continúa como su brazo derecho y la potencia de Tristan Thompson equilibra la defensiva de los Cavaliers.