CIUDAD DE MÉXICO, agosto 1 (EL UNIVERSAL).- Los Juegos Olímpicos comenzarán el 5 de agosto. 125 atletas mexicanos participarán en 76 diferentes eventos de 24 deportes y tres disciplinas a lo largo de 22 días de competencia contra los mejores del mundo en busca de una presea.
La preparación fue ardua, los connacionales se sacrificaron día a día y llevaron su cuerpo al límite para tener un boleto a Río 2016.
Sin embargo, el exigente entrenamiento al que se someten no estaría completo sin una buena alimentación. Vanessa Risoul, coordinadora de Nutrición de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade), explicó en entrevista para EL UNIVERSAL el proceso de asignación de dieta para que los deportistas se encuentren en condiciones óptimas al momento de entrenar y competir.
El proceso de asignación varía en cada atleta dependiendo de la disciplina que practiquen y sus condiciones particulares.
Risoul Salas detalla que “se realizan dos evaluaciones, la bioimpedancia eléctrica que determina la resistencia del tejido de acuerdo a la cantidad de grasa, agua y músculo, y la valoración antropométrica, que determina el peso corporal total y la composición muscular, la cual se define en: masa, masa grasa y masa muscular”.
Una vez obtenidos los resultados se diseña una dieta específica que también contempla la etapa del entrenamiento en que se encuentra cada deportista y son cuatro:
Preparación general: el atleta se enfoca a mejorar su composición corporal y aumentar resistencia.
Etapa precompetitiva: enfocados a aumentar energía para que el desempeño sea el máximo y prevenir enfermedades y lesiones.
Etapa competitiva: el periodo de entrenamiento baja, se enfoca en que la energía esté al máximo y que los alimentos que se consuman no causen ningún malestar estomacal al participar en su disciplina.
Transición: posterior a la competencia, donde hay disminución del trabajo físico. La dieta se readapta para evitar ganancia de peso.
Los atletas que participarán en Río 2016 tendrán a su disposición un comedor dentro de la villa olímpica, el cual tiene una extensión de 24 mil metros cuadrados.
Está dividido en diez islas categorizadas con alimentos de diferentes regiones geográficas: la isla brasileña, europea, africana, asiática, alimentos kosher, “todo muy estipulado y con variedad de alimentos para que el atleta pueda elegir de acuerdo a su plan alimenticio”, dijo Rissoul.
Sobre el consumo de productos transgénicos, la experta señala que es mejor consumir alimentos naturales porque son más fáciles de digerir. Aunque reconoce que la industria alimenticia va un paso al frente, y eso puede adaptarse, pues es mejor comer amaranto mexicano que barras procesadas.
La hidratación también debe cuidarse. Desde el vuelo a Brasil es necesario monitorearla debido a las horas de vuelo y la humedad, por lo que es necesario que siempre carguen su botella de agua.
En tierras cariocas se prevé que la temperatura esté entre los 19 a 28 grados Celsius y habrá una humedad de 60 por ciento, lo que vuelve más difícil la sudoración.
A los atletas se les asignó una tarjeta para que por medio de la orina monitoreen su estado y al igual que con la dieta tienen recomendaciones de hidratación diseñadas individualmente con base en parámetros como la edad y el sexo.