Medirse a púgiles británicos es sinónimo de trinitrotolueno para Saúl Álvarez, cuyos puños suelen estallar cuando tiene frente sí a boxeadores de esa nacionalidad, sin importar sus condiciones físicas o linaje.
La de pasado mañana, frente a Callum Smith en el Alamodome de San Antonio, Texas, será la sexta ocasión que el Canelo se mida a un adversario de la Isla. Derrotó a todos y sólo uno, el primero, resistió toda la ruta. El 5 de marzo de 2011, en Anaheim, California, Álvarez chocó con Matthew Hatton, en búsqueda de su primer fajín universal: el superwelter del Consejo Mundial de Boxeo (CMB). Salió con el brazo en alto, aunque por la vía de la decisión unánime.
Tras esa velada, sólo hubo victorias por la vía rápida ante británicos. El primero al que superó así fue Ryan Rhodes, tres meses después de aquel combate con Hatton, en Guadalajara.
Casi cinco años después, se midió con Amir Khan. El Canelo defendía el cinturón mediano del CMB. Sufrió, pero se impuso por nocaut en el sexto round.
Liam Smith, hermano de Callum, lo enfrentó en pos del título superwelter de la Organización Mundial de Boxeo (OMB). Le venció en nueve episodios.
Su más reciente combate con un británico fue el 15 de diciembre de 2018, cuando noqueó —en sólo tres capítulos— a Rocky Fielding, para ser monarca supermediano de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB).