Con la mayoría de los quarterbacks que se encontraban disponibles firmados antes de comenzar el periodo oficial de la agencia libre, el día se lo llevo el liniero ofensivo Nate Solder, quien consiguió un contrato multimillonario que refleja el camino que los equipos pueden estar pavimentando en búsqueda de la felicidad.
Hallar un tackle izquierdo en el que se pueda depositar la confianza para cuidar el lado ciego del quarterback es una de las tareas más difíciles para un gerente general, y por ello cuando los Giants vieron disponible a Solder se animaron a pagarle 62 millones de dólares por cuatro temporadas.
De 29 años de edad, Solder obtendrá en 2018 por cuestión de salario y bonos por firma 15.5 millones, un 17 por ciento más que Trent Williams de los Redskins, el segundo mejor pagado.
Los Giants tienen la segunda selección global, pero optaron por Solder, quien llegó a la Liga en 2011 tomado por los Patriots en primera ronda y con el pick 17 del Draft.
Desde que arribó a Nueva Inglaterra disputó 98 partidos, 95 como titular, cuidando la espalda de Tom Brady, cuya movilidad no es su principal cualidad y para nadie es un secreto.
A pesar del riesgo de lesión que implica su posición, Nate Solder sólo se ausentó en 2011 (disputó cinco partidos) debido a un tríceps roto.
Por primera vez en una década, los Patriots se quedarán sin un tackle izquierdo confiable.
Con el aumento del tope salarial a 177 mdd por equipo, los linieros se han beneficiado; como Andrew Norwell, quien consiguió de los Jaguars 66.5 mdd por cinco años.
Sin ser una posición glamurosa como la de quarterback o linebacker, las trincheras en 2018 tendrán a 21 jugadores que cobrarán 10 millones para convertirlos en hombres de peso y dinero.
En las más recientes cinco temporadas, los contratos anuales por arriba de 10 mdd se han incrementado para los hombres de la línea.
En la campaña de 2013, fueron cinco los que alcanzaron la cifra. Un año después incrementó a seis y la explosión se dio en 2016, cuando 15 elementos fueron recompensados por su trabajo con grandes cifras.
Hace 10 años Ryan Pontbriand, de Cleveland, era el liniero mejor pagado, con 8.9 millones. Fue hasta 2010 cuando rebasaron los 10 millones de dólares por año.
La revolución les empieza a hacer justicia a los hombres cuyos nombres nadie se aprende, hasta que un quarterback o corredor se lesiona.