El Universal
La selección mexicana de clavados regresó a la ciudad de México luego de su participación en la Copa del Mundo en Río de Janeiro.
Encabezada por Rommel Pacheco, quien logró dos medallas en trampolín, (oro y plata), el representativo nacional retornó con seis plazas para los Juegos Olímpicos.
«Llevamos a México en el corazón, aunque no pude portar los colores nacionales me sentí orgulloso de representar a mi país. Estas dos medallas (oro y bronce) son un gran aliciente para los Olímpicos y para seguir trabajando duro», dijo Rommel.
El yucateco, quien subió a recibir su metal áureo con una playera de popeye y quien entonó el himno nacional a capela, comentó que aunque no pudo ver su bandera por la suspensión que la FINA impuso a la Federación Mexicana, dijo sentirse satisfecho por sus resultados.
Jahir Ocampo, quien logró el bronce con Rommel, aseguró que vivió una competencia diferente al competir sin lábaro patrio.
“Había gente de México en las tribunas con la bandera pero en general la gente no sabía de qué país éramos, por eso salimos con la playera de I Love Río, para tratar de tener más apoyo allá. Estoy muy feliz con mi medalla”, dijo
Los clavadistas consiguieron seis plazas olímpicas en Río, en total la disciplina cuenta con 11; sólo estará ausente en la especialidad de trampolín sincronizado.
También arribó el medallista olímpico Fernando Platas quien aseguró no intervino en la suspensión que le fue impuesta a México.