La checoslovaca Vera Caslavska refrendó el título olímpico obtenido en Tokio 1964 en la prueba individual del all around. Por equipos, el conjunto de la Unión Soviética repitió lo hecho hace cuatro años para llevarse la medalla de oro, en una jornada que se recordará por la belleza de las actuaciones de las gimnastas.
En su última participación olímpica, Caslavska (78.250 puntos) sacó una diferencia de 1.40 puntos a la ocupante del segundo puesto, la soviética Zinaida Voronina, y de 1.50 puntos a la aguerrida y singular Natalya Kuchinskaya, quien de un undécimo lugar en la primera fase, escaló ayer en forma increíble hasta obtener el bronce.
En el recuento general por equipos, la Unión Soviética, con 382.85, se afirmó en el sitio de honor, con 65 centésimas de diferencia sobre las checas (382.20) y a 3.75 del sorprendente equipo de Alemania del Este, que clasificó en el tercer lugar para ser recompensado con el tercer puesto.
Lo visto anoche en el Auditorio Nacional difícilmente se borrará de la memoria. Principalmente cuando aparecieron en escena las competidoras de Checoslovaquia, Unión Soviética, Alemania y Hungría. Antes ya habían actuado, en la sesión matinal, los otros equipos: Japón, Estados Unidos, Francia, Bulgaria, Polonia, Canadá, Cuba, entre otros.
En la Alberca Olímpica Francisco Márquez, Michael Burton se impuso en la prueba de los 400 metros nado libre para ganar una medalla de oro que, debió disputar brazada a brazada, centímetro a centímetro con Guillermo Echevarría, la esperanza mexicana de este deporte, quien con una lamentable actuación quedó eliminado en los heats iniciales. Echevarría decepcionó a todos los que lo situaban anticipadamente en el podio.