Apenas tenías dieciséis años cuando Magnus debutó en los encordados profesionales. Un peso muy grande para un joven que había visto a su primo, el famoso Místico, ser un fenómeno de popularidad que abarrotaba todas las arenas en las que se paraba.
Dos años pasaron y llegó su turno para subir al enlonado de la Arena México, como parte de la llamada Generación 2011, al lado de Dragon Lee, quien con el paso del tiempo, se transformó en la nueva versión de Místico, una sombra que con el tiempo se apoderó de su labor sobre el entarimado.
En realidad, fue difícil cargar con una responsabilidad que nunca pidió. Así que los tropiezos en el ring y fuera de él, lo han hecho madurar lo suficiente para volver al ring en busca de la oportunidad que lo lleve a mejores sitios en las carteleras.
“Ahora trabajo más en mi persona, en la madurez para valorar las oportunidades, olvidar lo que sucedió en el pasado. Estoy más abierto a la crítica de mis compañeros y profesores, estoy listo para crecer”, advierte el heredero de Tony Salazar.
Y es que sí, las comparaciones han sido parte de su carrera, una parte no muy positiva en su camino. “Estoy cansado de eso, no quiero ser Místico ni Carístico, quiero hacer mi propia historia en la lucha libre profesional».
Y la respuesta puede estar en la esquina más lejana a la que actualmente habita. “Primero tengo que ser más constante en la Ciudad de México. Pero sobretodo, me siento atrapado en el bando técnico, estoy cansado de ser el ‘niño bueno’, quiero mostrar esa otra faceta de mi personaje».
No lleva prisa, por eso es que tampoco le ganó la ansiedad para retar a la pandemia y sus peligros, sabe que el momento de volver de lleno, llegará. “El hecho de respetar nuestra salud y la de la familia ha sido lo más importante, pero nos vamos recuperando poco a poco. Estoy de vuelta para seguir luchando por mejores oportunidades en la empresa (CMLL)”.
La motivación la encuentra en cada nuevo día, pero acepta que ver a veteranos como los Cancerberos y los Atrapasueños, ser parte de la función de aniversario de la compañía, le hacen pensar que aún no es tarde. “Se abre una buena oportunidad que nunca imaginamos, y nos hace pensar que se puede seguir el sueño de ser un gran luchador».