Nueva Yok.— Robinson Canó se puede despedir de tres cosas: de su reputació, del Salón de la Fama y de los Playoffs. El pelotero dominicano fue castigado con 80 juegos por uso de sustancias prohibidas.
La oficina de Grandes Ligas anunció la suspensión del segunda base de los Mariners, que se quedan sin su baluarte ofensivo.
Canó dio positivo por furosemide, un diurético.
En un comunicado Canó señaló que recibió la sustancia en su país natal y que no sabía que estaba prohibida por MLB.
“Me la dio un doctor con licencia en la República Dominicana para curar una dolencia médica. No me di cuenta en ese momento que me dieron un medicamento que estaba prohibido, tenía que haber sido más cuidadoso”, dijo Canó.
Con la novena de Seattle, Robinson tiene un contrato de 24 millones de dólares por temporada, por lo que el castigo de 80 juegos le costará cerca de 11 mdd.
Canó es el jugador más prominente en ser pillado por dopaje desde que su compatriota Melky Cabrera fue suspendido, en 2012, cuando era el líder de bateo de la Liga Nacional.
Bajo el programa antidopaje 36 jugadores han sido suspendidos en ligas menores y seis, además de Canó, en MLB, entre ellos el jardinero Jorge Bonifacio (Kansas City) y Jorge Polanco (Minnesota).
Canó regresará al campo el 14 de agosto.