El Universal
La gente que maneja la carrera de Saúl ‘Canelo’ Álvarez empezó a escuchar ofertas para planear el 2016, en caso de que salga vencedor ante el puertorriqueño Miguel Cotto este 21 de noviembre, en el Mandalay Bay de Las Vegas.
Pero este panorama de posibles rivales no lo encabeza el kazajo Gennady Golovkin, campeón interino medio del Consejo Mundial de Boxeo y quien tiene el respaldo de este organismo para enfrentar al vencedor de la Cotto-‘Canelo’ para unificar títulos, una vez que el boricua es el campeón absoluto de las 160 libras. Una de las excusas de buscar otros nombres alternos es que su división es en peso superwelter. La principal oferta que el tapatío estudia es enfrentar al vencedor de la pelea entre los estadounidenses Timothy Bradley y Brandon Ríos, el 7 de noviembre, en el Thomas & Mack Center de Las Vegas. ¿No que ‘Canelo’ no le teme a nadie?
Inconformidad en el Atlas
Cuando las autoridades de la Liga MX anunciaron que el clásico tapatío —postergado por los efectos del huracán ‘Patricia’— se jugará el miércoles 11 de noviembre, estaban convencidos de que las directivas del Atlas y el Guadalajara no tenían objeción en la fecha, pero no es cierto.
Nos cuentan que a la cúpula rojinegra no le agrada la fecha, debido a que, para entonces, los diversos seleccionados nacionales ya habrán partido a sus respectivos combinados.
El equipo dirigido por Gustavo Matosas cuenta con el panameño Felipe Baloy y el uruguayo Álvaro González, quienes han sido titulares en las más recientes jornadas, por lo que no estarían en el partido más importante para la institución en todo el torneo, así es que buscarán otro cambio. ¿Podrán?
Pésimo día, grandiosa noche
El piloto alemán Nico Rosberg, de Mercedes, pasó un mal momento en el Gran Premio de Estados Unidos en donde un error propio provocó que perdiera la punta y fuera rebasado por su coequipero británico Lewis Hamilton, resultado que le dio el campeonato 2015. Luego, vino un altercado antes del podio con su compañero.
Pero llegada la noche, fue Rosberg quien se llevó las miradas en la fiesta del equipo para celebrar nada menos que el tercer título de Hamilton. En el bar Pete’s Dueling Piano Bar de Austin, Rosberg se convirtió en el alma de la fiesta cuando tomó el micrófono y cantó Living on a prayer de Bon Jovi.