Al término del partido entre los Chiefs y los Chargers en el Estadio Azteca en noviembre de 2019, los jugadores de ambos equipos confesaron que los impresionó el recinto y aseguraron que volverían a Estados Unidos con grandes recuerdos de su visita.
Uno de ellos, sin embargo, se llevó más que recuerdos, o eso parece. Travis Kelce, ala cerrada de Kansas City, se llevó también la afición a un equipo que juega en el Coloso de Santa Úrsula cada 15 días: el América.
Las 32 organizaciones de la NFL han comenzado a reportar en sus instalaciones para echar a andar los campamentos previos a la temporada y, a la primera reunión de los últimos ganadores del Super Bowl, Kelce se presentó con el jersey azul que las Águilas vistieron el año pasado.
El que es considerado uno de los mejores tight ends de la NFL fue captado al pendiente de las indicaciones de los coaches y la ilusión de la afición en Kansas retumbó, quizá, porque no saben que un grupo más numeroso, establecido en la capital mexicana, lo ha adoptado como nuevo consentido.