El Universal
Hasta noviembre del año pasado, Brenda Flores no destacaba entre las figuras del atletismo nacional. Fue justo durante los Juegos Centroamericanos de Veracruz cuando la fondista comenzó a acaparar los reflectores, al llevarse el oro en los 5 y 10 mil metros.
No le bastó. Hace apenas unos días la seleccionada consiguió dar otra campanada al dar la marca olímpica en los 10 mil metros y convertirse en apenas la quinta mexicana con boleto a la justa veraniega.
“Creo que una de mis principales cualidades es la constancia, estar segura del trabajo que realizo con mi entrenador José Luis Némer. Me siento muy contenta, pero es apenas el primer paso de un gran sueño”, dijo.
Con su registro en los 10 mil metros (31:45.16’), Brenda se ubica en el puesto 14 de la clasificación mundial, un logro que la motiva para alcanzar metas más ambiciosas, como el de acercarse al mejor registro nacional impuesto por Adriana Fernández (31:10.12 min).
“Estoy muy orgullosa de ser seleccionada, pero estoy consciente de que aún tengo mucho por mejorar. Vienen importantes retos como los Juegos Panamericanos de Toronto y el Campeonato Mundial en Beijing, donde espero mejorar mis marcas”.
El siguiente objetivo de Brenda es buscar la marca olímpica en los cinco mil metros. La fondista participará en un par de carreras el 14 de mayo en California y el 4 de junio en Massachussets, donde buscará el registro.
“Ahora tengo un tiempo de 15:30 minutos, pero necesito 15:25 para Olímpicos o 15:20 para Mundial, que es lo quiero y por lo que he trabajado”.
En Toronto, Flores intentará subir al podio, aunque no se compromete con el color de la medalla.
“No doy un pronóstico exacto, pero tengo la convicción de a subir a esos tres primeros lugares, voy a dar lo mejor de mí”.
La de Brenda ha sido una espera paciente. Su historia con el atletismo comenzó hace ya más de una década, cuando quedó encantada con las pruebas de velocidad.
“Recuerdo que me inspiraba mucho Ana Guevara y más cuando siendo una niña de 12 años la vi ganar un título mundial. Mis primeros pasos fueron en los 800 metros, pero no conseguía buenos tiempos hasta que conocí a mi entrenador y él me dijo que lo mío eran las pruebas de fondo”, relata.
Brenda, quien también está cerca de concluir su carrera en psicología, se siente cada vez más fuerte y segura de que su carrera aún le depara gran-des satisfacciones.
“Me gustaría ser tan grande como Adriana Fernández, que ganó el Maratón de Nueva York. No considero que sea una meta tan complicada porque para ello trabajo mucho”.
La seleccionada, quien reparte sus entrenamientos entre La Malinche, el Comité Olímpico Mexicano y Cuautla, no se cree del todo los halagos que llegaron tras conseguir la marca olímpica. Prefiere ir paso a paso.
“Para mí será un sueño competir por México en los Juegos Olímpicos. Por lo pronto seguiré entrenando con toda mi energía para darle a mi país muchas alegrías en las competencias que siguen”, finalizó