No se espera mucho de los Braves de Atlanta para 2018. La franquicia se encuentra en un momento de reorganización, crear una nueva identidad y esperar un par de años para aspirar a algo grande.
La novena acumula cuatro temporadas negativas. No avanzan a los Playoffs desde 2013 (perdieron en serie divisional frente a los Dodgers de Los Ángeles). En los últimos tres años, Braves acumula 90 derrotas por campaña, un desgaste mental para los jóvenes que buscan resaltar en las Grandes Ligas.
Freddie Freeman, primera base de Atlanta, es la figura a seguir esta nueva temporada, y probablemente, sea la única.
Parece que el pelotero juega sólo cuando su equipo está a la ofensiva. Nada más él, Mike Trout (Angels de Los Ángeles) y Joey Votto (Reds de Cincinnati) son los únicos jugadores con promedio de .400 en las dos campañas más recientes.
Freeman defiende los colores de los Braves desde 2010, cuando apenas tenía 20 años de edad. Al cumplir 21, la mayoría de edad en Estados Unidos, en el arranque de la temporada siguiente, demostró todo el potencial que tenía sobre el plato. El primera base no ha terminado una campaña con menos de 60 anotaciones, 110 hits, 18 cuadrangulares o 65 impulsadas.
En su carrera ya tiene mil 84 imparables y 166 homeruns, seguramente, al término de este año, estará entre los 10 peloteros más históricos de la franquicia.
Por los 162 juegos que nada más disputarán los Braves durante 2018 —porque los extra de postemporada, los verán desde el sofá de su casa—, Freeman recibirá un cheque de 21 millones de dólares. Una motivación adicional para él y mejorar sus registros personales.
El show en Atlanta para Grandes Ligas será el pelotero californiano. El resto del roster luce poco espectacular.
La rotación de los Braves recae en el brazo derecho de Julio Therean, pitcher colombiano con siete años de experiencia en las Grandes Ligas en el mismo equipo.
El sudamericano tendrá que cuidar mucho las bases por bola, durante la campaña pasada, regaló 72 boletos a primera, y admitió 94 carreras. Al final del año ganó 11 duelos, mas perdió 13.
Fuera de ese par de nombres, el destino de Atlanta pinta para el olvido. Las primeras tres semanas del calendario de MLB será la primera señal de lo complicado que será su año. Se enfrentarán a tres novenas en su división —el Este de la Liga Nacional—, que sí tienen un sistema digno de Playoffs: Phillies de Filadelfia, Nationals de Washington y Mets de Nueva York.
La tarea más complicada para el manager Brian Snitker será mantener el ánimo para los jóvenes peloteros que empiezan una carrera como profesionales. No deberá permitir que sus pupilos se vayan con la cabeza baja al término de los 90 duelos que —probablemente— perderán.
A esperar si en 2020, Atlanta se convierte en una potencia en las Grandes Ligas.