CIUDAD DE MÉXICO, octubre 15 (EL UNIVERSAL).- Guillermo Álvarez, presidente del Cruz Azul, bajó de inmediato a los vestidores al término del juego en el que su equipo fue goleado por el América para sumar tres años sin ganar al archirrival.
El directivo cementero entró directamente al vestuario que utiliza el técnico Paco Jémez.
Se sabe que no hubo reclamos, sino apoyo al estratega español, pero bien es cierto que si no logra llegar por lo menos a semifinales en el torneo de Liga y a la final en la Copa, su renovación no se llevará a cabo y el entrenador podría regresar a España mucho antes de lo que quizá tenía planeado.