Sin el beisbol de ligas menores recorriendo las ciudades más pequeñas de Estados Unidos, cerca de ocho mil jugadores se perderán un año entero de sus carreras a consecuencia de la cancelación de la temporada, sin embargo un puñado de peloteros, entre los que se encuentra el mexicano Ramón Urías, estarán a la espera de un llamado.
A medida que la campaña abreviada de Grandes Ligas —60 juegos— vaya consumiendo el verano, las oportunidades para los “suplentes” aumentarán por las lesiones que a diario se presentan, y es donde Urías se perfila para tomar su primer turno al bat en MLB.
“Es una temporada atípica. Por ahora me toca esperar a que el equipo me necesite, pero es muy diferente antes pasaba”, declaró Urías.
Por años, los peloteros en ligas menores se esforzaban para conseguir que sus actuaciones y estadísticas les hicieran ganar un viaje al equipo grande. Sin juegos de por medio dónde demostrar que están listos para jugar en televisión a nivel nacional, las oportunidades en 2020 se reducen a la lesión o al contagio por Covid de algún compañero.
“Los llamados dependerán más de las necesidades que tenga el equipo para suplir alguna lesión. Tenemos que aceptar eso porque es como se jugará este año”.
La experiencia de Urías con el coronavirus es cercana, ya que la semana pasada su hermano Luis, quien juega para los Brewers, es parte de los peloteros que dieron positivo en pruebas de detección al reportar con su equipo.
“Él está bien, está tranquilo, no ha tenido ningún síntoma, y por ahora se encuentra siguiendo las indicaciones de cuarentena”, compartió Ramón, quien es un año mayor.
En 2018, los derechos de Ramón fueron adquirido por los Cardinals de San Luis quienes le dieron seguimiento a las cinco temporadas en Liga Mexicana con los Diablos Rojos del México.
Para esta campaña fue tomado por Baltimore. Urías Figueroa, de 26 años de edad, puede desempeñarse en diversas posiciones, tanto de infielder como en los jardines. Con la franela de los Orioles buscará llegar a las Grandes Ligas, como ya lo hizo su hermano con los Padres de San Diego.
“Jugar en MLB es el sueño de todos nosotros, y siento que está cerca para mí”, concluyó