CIUDAD DE MÉXICO, mayo 12 (EL UNIVERSAL).- Uno de los deportistas que más presume sus lujos, comprados con los millones que ha ganado en su profesión, es el boxeador estadounidense Floyd Mayweather.
Dentro de los caprichitos del “Money” se encuentra una colección privada de autos, dentro de la que figuran diferentes modelos de Bugatti, Ferrari o Porsche. Pero no sólo se mueve en coches, pues también lo hace abordo de un jet privado, que junto a sus automóviles, tiene un costo arriba de los 60 millones de dólares.
Asimismo, una de las pasiones del púgil son los relojes, teniendo uno con costo de poco más de un millón de dólares. Uno de los últimos gustos que se dio fue la de comprar una casa hecha a la medida, con campo de golf, y con costo estimado de unos 20 millones de dólares.
La vida lujosa y sin carencias hace que jugadores considerados como «craks» a nivel mundial desarrollen gustos o «pretextos» para gastar su dinero.
Cristiano Ronaldo y su gran colección de bólidos. Entre sus autos se encuentran un Ferrari 599 GTB Fiorano, Ferrari F430, Bugatti Veyron, Porsche Cayenne turbo, Bentley Continental GT convertible, Audi Q7, Audi R8, Aston Martin DB9, Bmw M6 y un Ferrari F350 spider. Pagó 200 mil dólares por una licencia que le da autorización para colocar en la placa de sus carros las iniciales CR7.
El eterno rival de Ronaldo, Lionel Messi, compró la casa a sus vecinos por un millón de euros para no tener vecinos en la mansión donde vive, cuando el precio de la propiedad era tres veces menor. Compró un departamento completamente nuevo, que está diseñado exclusivamente para las necesidades de su hijo Thiago; y posee una colección de aproximadamente mil celulares.
Uno de los atletas que también puede darse grandes lujos, es el piloto británico de Fórmula 1, Lewis Hamilton, quien es dueño, entre otras cosas, de un jet Bombardier CL-600, valuado en 22 millones de euros.
Incluso, hasta animales en peligro de extinción han tenido los deportistas, como el boxeador Mike Tyson, quien tenía tigres de bengala. Además, el campeón de los pesados se distinguió por cambiarse sus piezas dentales naturales por unas de oro.