Apenas se han disputado dos semanas en la temporada 2020 de la NFL, pero ya hay algunos equipos para los que el panorama es poco alentador, debido a la pandemia de lesiones que se ha presentado en la Liga.
La falta de pretemporada y el corto tiempo de preparación rumbo a la campaña, debido a las restricciones que provoca la emergencia sanitaria derivada del Covid-19, podrían ser causas de los innumerables problemas físicos que se han dado.
Hasta ahora, los 49ers de San Francisco —actuales monarcas de la Conferencia Nacional— parecen los más perjudicados. El domingo, en la victoria sobre los Jets de Nueva York, perdieron a los defensivos Nick Bosa y Solomon Thomas, quienes sufrieron lesiones en las rodillas que les harán perder lo que resta de la actual campaña.
Un caso similar viven los Gi-ants de Nueva York con el estelar corredor Saquon Barkley, quien también se rompió los ligamentos en la derrota frente a los Bears de Chicago. El novato ofensivo de 2018 volverá hasta 2021.
La mala fortuna de los 49ers no se limita a Bosa, novato defensivo el año anterior, y Thomas. Su quarterback, Jimmy Garoppolo, sufrió una lesión en el tobillo que lo tiene en duda para el juego del domingo frente a los Giants, en el que tampoco contarían con los corredores Raheem Mostert y Tevin Coleman, además del ala cerrada George Kittle y el esquinero Richard Sherman.
Los Broncos de Denver perderán varias semanas a su quarterback Drew Lock, por un problema en el hombro.