De manera atípica, sin gente en las gradas y con completo silencio, Saúl Álvarez y Callum Smith cumplieron con el gran requisito previo para su combate de mañana por la noche en el Alamodome: vencer a la báscula.
El mexicano y el inglés marcaron 168 libras (76.2 kilogramos), el límite en la división de los supermedianos, por lo que están listos para medirse por los fajines del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) y la Asociación Mundial (AMB).
Vestido con elegante conjunto blanco, el «Canelo» no tuvo problemas en dar el peso y reconoció la ansiedad que experimenta por volver al cuadrilátero tras 13 meses de ausencia. No pelea desde el 2 de noviembre de 2019, cuando superó al ruso Sergey Kovalev, para quedarse con el título semipesado de la Organización Mundial de Boxeo (OMB).
«Ha sido lo más difícil (no pelear durante tanto tiempo), ha sido un año muy difícil para toda la gente por lo que ha pasado, pero hay que adaptarnos a todo y lo más importante es que ya estamos aquí para la pelea», dijo el tapatío, quien apenas intercambió miradas con el británico. «Callum Smith es el número uno en esya división. Eddy (Reynoso, su mánager) y yo tenemos la meta de ganar todos los títulos en esta división. Me siento muy bien en este peso y queremos ganar todo».
Pese a ser el retador, el «Canelo» llega como favorito para el combate. Smith es dueño del cinturón de la AMB y el del CMB está vacante, pero el europeo no se siente menos y asegura tener el talento para superar a Álvarez.
«Confío mucho en mis habilidades, en lo que puedo hacer, para manejarlo a la distancia y lograr el triunfo», sentenció. «Soy el campeón mundial y claro que puedo ganar. He trabajado con mi equipo para eso».
El mexicano mide 1.73 metros, 18 centímetros menos que Smith, y esa diferencia se ha hecho viral en las imágenes de los momentos cuando han estado frente a frente, pero Saúl reitera que eso no le preocupa, porque lo que cuenta es lo que se haga con los puños.
«Es un peleador totalmente diferente a todos los que he enfrentado, pero sé que mi experiencia puede definir todo. Será una gran pelea», vaticinó el mexicano, monarca mundial en cuatro divisiones diferentes. «Con la experiencia que tengo, la estatura no significa nada».
Callum tampoco hace mucho caso a esa situación, tampoco a la pelea que -hace cuatro años- su hermano mayor Liam sostuvo ante Saúl. Aquella noche, la del 17 de septiembre de 2016, el jalisciense noqueó en nueve rounds al británico, para obtener el cinturón superwelter de la OMB, en el estadio AT&T de Arlington, Texas.
«Será una pelea diferente. Lo he estudiado mucho y él (Liam) también me ha dado unos consejos para hacer bien las cosas. Espero conseguir la victoria», compartió Callum. «Estoy muy feliz de estar aquí y de tener la posibilidad de unificar estos títulos. Es una gran pelea para mí».
Ahora, lo único que los separa es no dar positivo en la última prueba PCR, para detectar Covid-19, que les será practicada.