CIUDAD DE MÉXICO, febrero 24 (EL UNIVERSAL).- El 25 de octubre de 1970 Emerson Fittipaldi, un joven piloto con futuro brillante, corrió el Gran Premio de México, en el Autódromo “Hermanos Rodríguez”, y, a pesar de no sobresalir en esa justa, quedó encantado con el país.
“Es lo que no tiene Europa. La gente mexicana es increíble, es lo que hace este evento tan peculiar y el mejor en la Fórmula 1. Hay mucha invasión, eso es bueno. Se conoce que aquí se dan muchas sorpresas y se genera mucha expectativa”.
Otro aspecto que distingue al GP tricolor es la pista. “En las curvas agarras mucha velocidad. Todo te permite ir rápido y eso gusta a los pilotos”, comentó. “Hay grandes recuerdos dentro y fuera del Autódromo”.
El ahora embajador de la F1 en el país se dijo orgulloso de pertenecer a un GP de esta categoría. ”Estoy muy contento y entusiasmado. ¡Viva México!”.
El sudamericano comentó que se identifica mucho con el volante mexicano Sergio Pérez. “Cuando veo a Checo entrar a la pista, aquí, ante su gente, me recuerda a mí, en Interlagos”, suspiró nostálgico el dos veces campeón del mundo.
Asimismo, el brasileño descartó tener un favorito para llevarse el título mundial. “Cada piloto es diferente y maneja la presión de manera distinta”. Aun así, destacó a la escudería Mercedes como una de las más poderosas y espera un gran papel de Force India y Pérez.