Los mexicanos Abraham Ancer y Roberto Díaz arrancan 2018 en el PGA Tour y hoy juegan la primera ronda del Sony Open en Hawaii.
Tienen un sentimiento diferente, pero el mismo ímpetu competitivo. Respiran en un campo en perfectas condiciones, un ambiente que es colorido por los múltiples aficionados y la competencia más fuerte dentro del golf.
Ancer y Díaz disputan esta tarde la primera de muchas batallas para defender su tarjeta PGA Tour.
“Es una gran oportunidad comenzar así el año, después de un descanso”, explica Abraham. “Hay que empezar con un buen desempeño para seguir con ritmo durante el resto de la temporada”.
Ancer es el mexicano mejor ubicado en el ranking mundial (268), algo que ve como secundario y no le presta mucha atención. “Trato de ir torneo a torneo y sin pensar mucho en el futuro”, dice despreocupado.
El último certamen que jugó el tamaulipeco fue el OHL Classic en Mayakoba, en noviembre, donde quedó en el noveno lugar. El descanso fue un buen respiro para Abraham después de un 2017 agotador, donde jugó 25 torneos. En Riviera Maya, durante la última ronda, los dolores en la espalda ya lo incomodaban durante su swing.
Lo más complicado para los golfistas mexicanos este fin de semana será descifrar el campo del Waialae Country Club, en Honolulu. “Tuvimos una ronda de práctica. Debemos estar cuidadosos desde el tee; jugar el fairway muy derecho y con precaución”.
Ancer y Díaz dejaron atrás su época de Web.com Tour y deberán enfocarse para clasificar a eventos importantes y escalar más lugares en el ranking.