La frontera entre Tijuana y San Diego está en las noticias casi todos los días con debates sobre inmigración y seguridad.
Sin embargo, cuando la NFL aprobó en 2016 la mudanza de los Chargers, la población de San Diego no fue la única que se molestó con la decisión.
Una horda de tijuanenses se sintió abandonada por un equipo que representaba más que una ciudad, era el estandarte de la forma de vida binacional que se lleva al saltar día a día entre dos países.
Cada domingo de football, cientos de seguidores convivían hablando libremente inglés y español e intercambiando tacos por hamburguesas asadas en las parrillas de los tradicionales tailgates de la NFL.
Con el traslado a Los Ángeles, muchos aficionados se quedaron en el camino por la decepción, pero otros de la comunidad fronteriza se mantienen semana a semana viajando con su equipo. Ahora la parada es México.
“Al principio, cuando se marcharon a Los Ángeles claro que nos dolió, varios dejaron de irle al equipo, pero otros somos fieles a los Chargers”, contó Johnny Abundez, fanático de la organización desde 1990.
El viaje al sur de la frontera que harán los Chargers para disputar el Monday Night en el Estadio Azteca, es una recompensa para Abundez y su grupo de aficionados. Su equipo favorito disputará un partido oficial en su país, algo que pocos hasta ahora pueden presumir.
“No fui a Londres el año pasado porque aposté a seguir a los Chargers a nivel internacional, cuando estuvieran en México”.
Alrededor de 500 integrantes de grupos de animación de los Chargers estarán en la Ciudad de México para el enfrentamiento contra Chiefs.