SCOTTSDALE, EU., junio 4 (EL UNIVERSAL).- No era muy frecuente. En los últimos tiempos Muhammad Ali casi nunca salía de su casa ubicada en Paradiase Valley. «Pero cuándo lo veíamos nos sonreía, saludaba y posaba para la foto, como boxeador», recuerda Miguel Sosa.
Miguel estuvo en la madrugada velando en la calle el cuerpo del boxeador más famoso del mundo, y hoy cuando supo que se informaría acerca de lo que se tiene pensado hacer para su funeral, no dejó de asistir para presentar sus respetos.
«Lo vi una vez. En Navidad la gente en esta zona adorna muy bonito las casas, las calles con luces. A Muhammad le gustaba eso, salía con toda su familia», comenta.
Miguel porta una foto, una de tantas que se hicieron famosas sólo por la presencia del tres veces campeón de peso completo. «Las están vendiendo en todos lados», confiesa.
A Muhammad Ali le gustaba el clima de Phoenix, asegura, «sólo dos meses se pone así, con mucho calor, pero en los demás está muy agradable. Sobre todo en invierno no hace frío y de dónde él venía (Louisville, Kentucky), pues se la pasaba lloviendo».