El Universal
El veterano centro Roberto Garza firmó hoy una extensión de contrato de un año con Osos de Chicago, con lo cual la próxima temporada jugará su décimo quinto año en la NFL.
De padres mexicanos, el egresado de la Universidad de Texas tiene 175 apariciones como titular a lo largo de su trayectoria, 144 de ellas con los «plantígrados» , y sólo faltó a dos juegos en un lapso de nueve campañas (2005-2013) , aunque este año se ausentó de cuatro duelos por una lesión en el tobillo.
«Esas cuatro semanas, viendo al equipo entrenar, fueron difíciles. Fue ahí cuando supe que quería seguir. Cuando ya no disfrute esto de una semana en casa y otra fuera, entonces será tiempo de retirarme y ser parte de este grupo, es una gran razón por la que quiero seguir. Amo jugar con estos chicos» , declaró Garza.
El experimentado jugador es el titular más longevo en la organización y el año anterior tuvo que esperar hasta finales de febrero para concretar el acuerdo, pero en esta ocasión su agente le comunicó la buena nueva justo en Navidad.
Aunque los resultados no han acompañado a los Osos, con una alarmante marca de cinco ganados y 10 descalabros con varios cambios estructurales en puerta, él sigue comprometido con la institución y con el deporte al que tanto ama.
«Obviamente quieres ganar, para eso nos pagan y es lo que queremos hacer. Todos queremos ser campeones, aunque este año ha sido complicado» , lamentó.
«Pero cuando estás en la alineación te pones el casco y tienes la oportunidad de jugar frente a miles de fanáticos… es algo que hago desde que tenía 13 años y al final del día jugar futbol es lo que amo hacer» , confesó.
El anuncio también alegró a Phil Emery, gerente general de la franquicia, quien se dijo «extremadamente feliz por Roberto, su familia y los Osos de Chicago, porque él permanecerá con el equipo.
» Ha sido consistentemente bueno y clave en nuestra línea ofensiva por un largo periodo, con un rol de líder y siendo ejemplo para todos», atajó.
El texano de 35 años fue elegido en la cuarta ronda del draft de 2001 por los Halcones de Atlanta, con quienes estuvo hasta tres años más tarde y en la siguiente campaña fue cuando se mudó al Soldier Field.