Por Rodrigo Barranco Déctor
Uno de los testigos de los hechos de violencia dados la mañana de este viernes, afuera del café de La Parroquia de Boca del Río, fue el director técnico del Club Tiburones Rojos de Veracruz, Carlos Reinoso Valdenegro, quien no daba crédito a lo que acontecía.
Él acudió a desayunar a ese restaurante junto al diputado federal Fidel Kuri Grajales y el presidente del equipo, Fidel Kuri Mustieles. Justo cuando probaban bocado, afuera, sobre el bulevar Ruiz Cortines, se escucharon detonaciones y rechinidos de llantas.
De inmediato, unos 10 elementos de seguridad que acompañaban al legislador y a su hijo hicieron una formación tipo diamante alrededor de la mesa de los orizabeños y del exjugador del América.
Testigos relataron que los efectivos desenfundaron armas de manera preventiva y gritaron a los comensales que se arrojaran al suelo para evitar algún herido.
“No manches, todavía tengo el corazón acá puesto… ¡ah no! esos son los huevos ¿no? (decía mientras se tocaba la garganta). Híjole, es horrible. La verdad nunca me había sucedido, me asusté muchísimo”, dijo el llamado maestro del futbol.
Cuando fue cuestionado sobre la percepción que él y sus jugadores tienen del Estado en materia de seguridad dijo que: “yo nunca había escuchado eso. Desde que estoy aquí es la primera vez que me pasa, no puedo hablar de algo que desconozco”.
Y agregó: “Lo de ahorita estuvo horrible. Vivirlo porque lo vivimos todos tirados al piso y que uno no se levantara, causa mucho miedo, la verdad”.
El Gobierno del Estado informó de manera oficial que se trató de un intento de asalto justo en la esquina de Ruiz Cortines.