Hay una razón por la que Fidel Kuri, propietario del Veracruz, se ve tan tranquilo.
Pese a las diferencias que tiene con algunos directivos de clubes y al temor, según él mismo ha expresado, de un boicot para que se deshaga de los Tiburones Rojos: alguien muy importante le prometió respaldarlo para que el futbol de la Liga MX se mantenga en el puerto jarocho.
Aunque todavía debe resolver las cuentas pendientes que tiene con la Federación Mexicana de Futbol, las cuales ascienden a casi ocho millones de dólares.
Kuri está convencido de que ese apoyo le permitirá mantener a los Tiburones Rojos en la Primera División, tras el pago de 120 millones de pesos y pese a la «guerra» desatada en su contra.