CIUDAD DE MÉXICO, octubre 8 (EL UNIVERSAL).- Muchos dirán que ya no hay presión, que ya acabaron las críticas. La selección nacional mexicana estará en el Mundial de Rusia 2018, y se encuentra a un paso de asegurar el primer lugar en el hexagonal final.
Pero no… Lo que viene ahora, es ganarse el lugar entre esos 23, y esto va para todos, «consagrados», «europeos», «novatos» y los que pudiera agregarse.
Consciente de eso está Miguel Layún, parte activa del Tricolor desde el proceso a Brasil 2014, pero que ahora tiene que mostrarse en su equipo de Europa, el Porto de Portugal, para que Juan Carlos Osorio lo siga tomando en cuenta.
«Siempre peleo por un lugar, en cada entrenamiento, en cada juego, esté donde esté, peleo por estar en la plantilla y después estar en la cancha», dice el veracruzano, quien vive un momento de presión en su equipo, ya que no ha convencido del todo a su técnico, Sergio Conceicao, para hacerlo titular indiscutible… «pero sé que me tiene en cuenta. Mi intención es jugar la mayor cantidad de minutos, porque viene el Mundial, y quiero ser llamado».
El juego contra Trinidad y Tobago en San Luis, era un reto particular para Layún, puesto que en los últimos partidos no le había ido nada bien, «ahora me deja tranquilo el venir a hacer mi trabajo». Porque aunque no lo hacen ver muy seguido, hay autocrítica en los seleccionados: «Si vengo aquí y las cosas no salen como uno desea, pues uno comienza a tener dudas. Así que reitero, tengo que seguir en la brega por un lugar en el Porto y en la selección».
Y para eso ya hay un plan de trabajo platicado junto con el técnico Osorio, «hablamos de todo un poco. La idea es llegar lo mejor posible a Rusia. Son meses importantes donde todos los aspectos son fundamentales. Cada uno deberá de trabajar por el objetivo».
Algo que hay que destacar, dice el ex americanista, es que el Tricolor de esta era, «nunca deja de luchar. Contra Trinidad estábamos abajo y logramos dar la vuelta. Siempre buscamos ganar. El planteamiento del rival era el que todos pensábamos, el contragolpe y les funcionó en una, pero nosotros supimos reaccionar a tiempo».
Esa reacción los tiene a punto de romper la marca en el hexagonal, de 22, en poder de Ricardo La Volpe, quien clasificó a la Copa del Mundo de Alemania 2006: «Tenemos la misión de cerrar de manera perfecta, sin derrota y ese objetivo del que hablan, también nos lo hemos trazado».