El futbol unió a su familia hasta convertirse no sólo en el pasatiempo de fin de semana que no puede faltar, sino en el día a día en sus vidas, expresó Celio Cruz Sánchez, quien con 40 años de participar en los torneos de la colonia Veracruz espera lograr un campeonato más este fin de semana con su equipo Deportivo Troyanos, cuando se enfrente en la final de liga contra el Juventus Racing.
De oficio panadero y con un negocio en la avenida Ébano de la colonia Veracruz, Celio Cruz ha jugado futbol en las canchas de su colonia desde la liga infantil y recuerda que en ese entonces había surcos de caña en el campo y, para jugar, cada equipo tenía que quitar las piedras de la cancha de tierra. Sus hijos, dice, hoy ya disfrutan de canchas con pasto sintético y áreas rehabilitadas donde pueden hacer deporte y distraerse sanamente.
Actualmente, Chelo, como lo conocen en su colonia, dirige el equipo Deportivo Troyanos, en el primer torneo que se organiza en las canchas del parque Molino de San Roque, y aunque al inicio fue difícil que los jugadores acudieran y lograran completarse, con el apoyo de su esposa Chelo buscó a los participantes en cada una de sus casas e hicieron el compromiso de acudir a jugar cada fin de semana.
Tal es su afición por este deporte, que él junto con su familia trabajan, invierten y disfrutan del equipo que les ha dado grandes satisfacciones. En un principio, reveló, a su esposa no le gustaba el futbol, pero terminó por apoyarlo, al grado de que cada domingo prepara un refrigerio para compartir con todo el equipo después del partido. Esto les genera un gasto de aproximadamente mil pesos semanales, pero disfrutan del deporte y la convivencia con amigos y familiares.
“Traemos un convivio, los refrescos, el arbitraje, pero yo lo hago por el deporte y por mis hijos (…) Mi esposa nos apoya mucho con el convivio, porque aunque los domingos trabajamos, ella se toma un espacio para ir a comprar las cosas, hacer unos pambazos; traemos los refrescos, lo que sea; pero siempre les traemos algo”, aseguró.
Para Chelo, el futbol es la mejor terapia para el día a día y así lo ha inculcado en sus hijos de 15 y 9 años de edad, a quienes además les enseña la importancia del trabajo y de ganarse la vida honradamente con un oficio noble como es la panadería.
Los 2 hijos de Chelo le ayudan en el negocio familiar regresando de la escuela y él prefiere verlos en la cancha los fines de semana que jugando con un celular, lo cual no tienen permitido. “Es su distracción, porque ellos toda la semana van a la escuela, regresan a ayudar en la panadería, de la panadería a la casa y es lo único que tenemos que hacer. Entonces llega el domingo y es venir a jugar”.
Incluso, refirió que para ellos es mejor quedarse los domingos en las canchas que salir un día de paseo. “Nosotros estamos contentos, llega el sábado y ya sabemos que tenemos que preparar todo. Es una distracción, porque si llevo a mis hijos a pasear llegan descontentos por lo que no se les pudo comprar. Es salir a gastar. Aquí es lo mismo: se gasta, pero llegan y corren, se cansan y llegan bien contentos a la casa”, asentó.
La familia de Chelo, compuesta por su esposa y sus 2 hijos, ya está mentalizada a que los domingos son para acudir al futbol y parte de lo que trabajan en la semana en su panadería lo invierten para convivir con los integrantes del equipo, por lo que Chelo asegura que el futbol le ha dejado la satisfacción de compartir, además de buenas amistades.
La final del torneo a disputarse este domingo 11 de agosto en el parque ecológico Molino de San Roque tiene premios en efectivo: el primer lugar ganará 15 mil pesos; el segundo 10 mil y el tercero 5 mil pesos.
Chelo asegura que, como en otras ocasiones, ganarán el torneo y el premio lo utilizará para hacer una comida y festejo para sus jugadores: Peña, Aris, Uriel, Migue, Bryan, Saldaña, Roy, entre otros, y para sus familias, quienes siempre los acompañan y forman parte de la porra de Deportivo Troyanos.