La historia del fútbol femenil en Veracruz se ha forjado a base de esfuerzo, sacrificio y principalmente gracias el talento que existe en la entidad, que ha contribuido enormemente para el crecimiento de un deporte que poco a poco empieza a tener la trascendencia en nuestro país.
Edith Obil ha formado parte de esta historia que aunque sigue en construcción, hoy tiene bases sólidas y con perspectivas a futuro muy interesantes.
Originaria de Tonalapan, un pequeño poblado en el municipio de San Andrés Tuxtla, Edith Obil es una futbolista líder, guerrera, el alma del equipo y sin duda una de las mejores futbolistas en el Estado de Veracruz.
Gracias al fútbol, Edith pudo estudiar una carrera universitaria, salir de su pueblo y sin saberlo, se convertiría en una pieza importante en la historia del Club Tiburonas Rojas, pero sobre todo, se volvería una mujer productiva para la sociedad veracruzana.
Como toda niña que gusta de este deporte, Edith esperaba una oportunidad para mostrarse, mientras jugaba con sus amigos y disfrutaba de este deporte sin imaginar lo que el destino le deparaba y la oportunidad finalmente llegó.
“Yo surgí en una visoria en lo que en ese entonces era Jalapa Futbol Club, las pruebas se hicieron el poblado de la Victoria, en el municipio de Catemaco, hace algunos años, buscaban jugadoras para sus selectivos así que decidí ir a probarme y finalmente me aceptaron y fue así como comencé a jugar”.
Desde pequeña, Edith mostraba en su natal Tonalapan, facultades extraordinarias para jugar el fútbol, era rápida, fuerte, destacaba a todas luces su gran capacidad, algo que los visores detectaron de inmediato y decidieron captarla para desarrollarla plenamente.
Aquella joven tuxtleca tenía futuro, pero venían decisiones importantes que afrontar y que sería trascendentales para el resto de su vida.
“Tuve siempre la afición por el futbol, pero también el deseo de estudiar para poder superarme y desde luego ayudar a mi familia, aspectos que se conjuntaron cuando fui invitada por el licenciado Mario Santés a la ciudad de Xalapa para integrarme al proyecto de fútbol e iniciar mi carrera universitaria”, recordó.
Aquella decisión que tomó Edith, la tomarían también algunas otras jóvenes de distintos municipios del Estado, que se concentraron en la capital y de esta manera iniciar la historia de lo que hoy se conoce como el Club Tiburonas Rojas de Veracruz.
Edith Obil, reconoce que han sido años de lucha, de mucho trabajo para poder posicionar el fútbol femenil veracruzano a nivel nacional, algo que un grupo de mujeres valientes, respaldadas por personas que quieren al fútbol y que las han apoyado en todo momento, han podido lograr poco a poco.
“Veracruz está lleno de talento, nosotras nos consideramos pioneras de lo que fue el desarrollo y dignificación de la mujer dentro del futbol, lo que a nosotros nos sigue costando mucho trabajo a los varones se les da con mucha facilidad y si digo nosotros es porque me refiero a todos los que integramos esto, hombres y mujeres que han colaborado para el crecimiento de las Tiburonas Rojas”.
Aunque han vivido momentos difíciles, engaños, puertas que se cerraron en su momento, la actual capitana del equipo veracruzano asegura también que ha habido gente que ha creído en ellas y las han apoyado para conseguir su sueño.
“Se vivió una época buena cuando el licenciado Fidel Herrera Beltrán era Gobernador, incluso asistía a nuestros encuentros y su presencia nos estimulaba, contábamos con transporte y algún otro beneficio sin llegar a la exageración, .eso nos permitió cumplir metas y objetivos que provocaron que nos internacionalizáramos, pues tuvimos la oportunidad de enfrentar a selecciones nacionales extranjeras aquí en México y de ganar muchos torneos importantes que en 2006 y 2007 nos llevaron a Costa Rica y Colombia respectivamente”.
Reconoce que ese momento fue aprovechado para seguir creciendo y fue como se fueron afianzando como un proyecto futbolístico serio y con un reconocimiento formal por parte del fútbol organizado en Veracruz.
“El equipo Tiburones Rojos, en ese entonces en Primera A, cuando era directivo Benito Pardo, fuimos reconocidas oficialmente por el club, después con Alberto de la Torre no pasó absolutamente nada, no así con las administraciones de Carlos Reyes Simón y Gerardo Gallegos que pusieron algo de atención al proyecto, pero los peores momentos fueron con Rafael Herrerías y Mohamed Morales, sobre todo este último que nos dijo muchas mentiras, nos engañó”.
Dijo actualmente han recibido apoyo, se ha visto intención del actual presidente del club, Fidel Kuri Mustieles, así como del director del Instituto Veracruzano del Deporte, Carlos Sosa Ahumada, de apoyarlas para poder cumplir con muchos de sus compromisos y eso lo agradecen.
Afortunadamente ahora se ha dado la positiva intervención de Fidel Kuri Mustieles, presidente de los Tiburones Rojos y desde luego también la de Carlos Sosa para poder cumplir con muchos de nuestros compromisos, lo que se agradece.
“Afortunadamente ahora con el licenciado Kuri Mustieles las cosas han cambiado para bien y ahí vamos, falta mucho pero nosotras seguimos trabajando y luchando por el fútbol femenil en Veracruz, con poco o mucho apoyo nosotros seguiremos en esto”.
Precisamente esa falta de apoyos ha hecho que el equipo tenga que buscar condiciones estables para poder jugar y representar al fútbol femenil de Veracruz, ante ello los cambios de sede y que hoy tiene al club jugando en el municipio de Boca del Río.
“Precisamente el cambio de la capital del Estado hacia Boca del Rio, no es más que el reflejo de la falta de apoyo que allá se vivió, a excepción del entonces alcalde Ricardo Ahued, ningún otro alcalde nos apoyó, esa es la realidad”.
Sin embargo, reconoce que personas como Héctor Arellano, así como a la Fundación de la Universidad Veracruzana, que los respaldaron en todo momento con la sede para jugar sus encuentros como local, sin dejar de mencionar el apoyo irrestricto de los medios de comunicación, que siempre les dieron cobertura a sus actividades.
Para Edith, el fútbol y las Tiburonas Rojas han marcado su vida, grandes recuerdos, satisfacciones, alegrías, momentos buenos, momentos malos, historias que ha podido vivir intensamente y que llevará siempre en su memoria.
Aquella joven que dejó su pueblo para ser alguien en la vida jugando al fútbol y trabajando, ha construido gran parte de la historia del fútbol femenil en Veracruz y ha sido fundamental en la transición y surgimiento de nuevos valores en este deporte, a las que trata de inculcar los valores y transmitirles ese amor por defender la camiseta de tu equipo.
“Ahora, quizás a las chicas les ha faltado una mayor identificación y el querer ser, a nosotros nos costaron muchas cosas, como el viajar incomodas, usar ropa que no era de marca pero a la que queríamos y defendíamos con todo porque para nosotros era y sigue siendo un orgullo el representar a Tiburonas”, destacó.
Su experiencia como futbolista la llevaron a muchos escenarios, los triunfos, las derrotas, la cantidad de partidos y sobre todo de modalidades de fútbol que ha podido practicar la tienen satisfecha y disfruta mucho haber logrado innumerables campeonatos con el equipo.
“Son muchos los recuerdos que valoramos, por todo lo que nos costaron esos triunfos, pero desde luego el haber sido campeonas del país en varias oportunidades y en algunas modalidades del futbol, como lo es el llamado futbol sala, pero desde luego se destaca la coronación en la llamada súper liga donde acabaste con mitos, los triunfos en la copa Telmex, el ser campeonas de campeonas en la liga mayor, después de rescatar un triunfo con todo en ciudad Cooperativa Cruz Azul y desde luego el coronarnos campeonas en Costa Rica y Subcampeonas en Colombia”.
Han sido 14 años de trayectoria de Edith Obil, tiempo en el que se ha convertido como una referente del fútbol femenil veracruzano, su liderazgo e influencia positiva en el club la convirtieron en capitana del club, lo que le ha permitido recibir los trofeos y campeonatos que han conquistado a lo largo de esta historia, algunos de ellos fuera de nuestro país.
Obil asegura que no se siente indispensable en el equipo, se dice una pieza más de un conjunto, siempre dispuesta a partirse el alma en el terreno de juego y respaldar en todo momento a sus compañeras tanto dentro, como afuera de la cancha, a ellas su espacial reconocimiento, a todas y cada una de las que la han acompañado en esta aventura las recuerda con especial cariño y respeto.
“Son muchas las que con su intervención contribuyeron en todo Selma Hernández, Elizabeth Mendoza, Tete Velázquez, Ana Cerón, Isandra Chontal, Alejandra Soriano, Xilonen Sánchez, Yesenia Lara, Tania Díaz, de todas ellas solo quedan con nosotros Chona (Xilonen), en mi caso salvo unas ausencias esporádicas por razones de trabajo, ha sido un honor el ser considerada siempre y sobre todo saber que en el 2015 nuestro representativo se ha apuntalado con jugadoras como la ya mencionada Tania que junto a Xilonen y desde luego la portera Selma ayudan a conformar un grupo que aglutina experiencia y muestra vergüenza deportiva, lo que debemos reconocer se había perdido, por la facilidad que se estaba dando, dicho todo esto con todo respeto, para que cualquier jugadora pudiera ingresar al cuadro mayor”.
Finalmente Edith Obil invita a todas las niñas y jóvenes a las que les guste el fútbol a que persigan su sueño, asegurando que las puertas de las Tiburonas Rojas estarán abiertas para todas, no obstante, las exhorta que al unirse al club, deberán portar y defender con orgullo la camiseta y representar al futbol femenil veracruzano con dignidad y valentía.