El Universal
Azcárraga, contra Kuri Grajales
Todo parece indicar que el propietario de los Tiburones Rojos, Fidel Kuri Grajales, se ha echado un par de enemigos de peso encima. Además del empresario Jorge Vergara, quien incluso ya se pronunció en contra del numerito que se aventó el veracruzano en el estadio Luis ‘Pirata’ Fuente, también se suma el influyente Emilio Azcárraga Jean, a disgusto con la imagen que dio Kuri —en evidente estado etílico durante la riña con el asesor de los árbitros, Edgardo Codesal— respecto al grupo que conforma al Consejo de Dueños. Ya de por sí, Azcárraga “bateó” a los escualos —en la primera oportunidad que tuvo— al conceder, sin regatear, al Veracruz, en el próspero reparto de derechos de televisión, ya que ahora los jarochos juegan en la cancha de TV Azteca.
La voz de Memo Schutz dejará de escucharse para las transmisiones de las peleas de boxeo de Televisa Deportes. Su lugar será reemplazado por Javier Sahagún para integrarse al equipo de las carteleras de Sábados de Box que seguirá conformado por los ex campeones mundiales Jorge ‘Travieso’ Arce y Ricardo ‘Finito’ López, además del doctor Alfonso Morales.
Este movimiento, que busca mejorar los niveles de rating en las transmisiones pugilísticas de la televisora de Chapultepec, responde a la estructuración que realiza el área deportiva, ahora encabezada por Francisco Javier González.
Schutz había entrado a las narraciones de boxeo para contrarrestar a su contraparte de la señal de Azteca, Carlos Aguilar.
Peláez ya se hartó
Que Darwin se queja de racismo y la Disciplinaria dice no…. Que Javier Cortés fractura a Javier Guémez y la Disciplinaria dice que no… Que Walter Kanneman casi parte en dos a Rubens Sambueza y la Disciplinaria dice que no… Que no le da la razón al América. Esto ya tiene un poco más que harto a Ricardo Peláez, presidente deportivo de las Águilas. El ex delantero ya no quiere meter más protestas ante la Comisión que preside Eugenio Rivas, porque cada vez que se mete un escrito, hay que pagar y no hay resolución a favor, así que llegó a la conclusión que más caro “sale el caldo que las albóndigas” y, de ahora en adelante, el América tratará de morderse la lengua y no protestar, lo que podría ser muy protestable.