Comenzó la temporada de la Liga Mexicana de Béisbol con un sabor muy especial, ya que significó el regreso de la actividad del ‘Rey de los deportes’ después de que el Covid-19 impidió la realización de la temporada del 2020.
Después de 614 días, las gradas del Estadio Alfredo Harp Helú volvieron a cantar el playball en el juego entre el Águila de Veracruz y los Diablos Rojos del México. Fiel a su costumbre, la ‘Nación Escarlata’ se mostró muy animada para ver a la novena capitalina.
Para este regreso a la actividad en el diamante, la afición debió cumplir con algunos filtros con los protocolos sanitarios necesarios que han impuesto las autoridades del estadio y gubernamentales.
El primero era llenar un cuestionario en el que debían responder si contaban con algún síntoma relacionado al coronavirus, después pasaban a la toma de temperatura y de gel antibacterial. Aunque los miembros del staff pedían la sana distancia, muchas personas, con la euforia de entrar al recinto, los ignoraban.
Algunos miembros de la porra de los Diablos Rojos del México trataron de ingresar con tambores y banderas, pero debido a la situación sanitaria, les fueron retirados los objetos.
Dentro del estadio, los seguidores escarlatas cumplieron con las normas. Respetaron la sana distancia establecida entre las butacas y portaban de forma correcta su cubrebocas.
Para el juego inaugural de los Diablos Rojos del México de la temporada 2021, el aforo permitido para el Estadio Alfredo Harp Helú fue del 25% de las 20 mil 576 localidades.
Desde este día hasta el próximo domingo 23 de mayo se disputará la serie entre el Águila de Veracruz y los Diablos.